[ bicitácora en eterno borrador ]

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primero desde las montañas de Colombia, del Perú y del Ecuador. después desde la Amazonía toda hasta el extremo oriental brasilero. París. Sarajevo. Y ahora, Delhi..

nota: Las entradas no están en orden cronológico, pero cada una tiene fecha: 'd' corresponde al día de viaje, siendo el primero -el día del viaje- el 'd 0'.

domingo, 30 de marzo de 2008

prueba de video


bueno, parece que funcionó
si? se ve?
esto es con pablo, pedaleando por el parque nacional machalilla, yendo de los frailes a agua blanca.
a ver si hago mejortes videos y los subo.
en youtube como que no funcionó.... alguien sabe a que resolucion vale la pena grabar con la camara pa subir y que no sea demasiado pesado?

pensamientos varios en montañita


domingo 30 de marzo / 2008

d 96 / k 1145

_montañita, manabí, ecuador

Por unos días he tenido perra. ¡Al fin! Se llama Amapola y me persigue a todas partes. Aunque no creo que en el momento decisivo, cuando me vaya, se venga conmigo. Ella muy inteligente como para venirse. En Montañita hay 2 perras y mil perros, así que imagínense cuando una está en celo. Esta perra se hizo la perra de la parrillada donde me estoy quedando. Es un hostal de un argentino que además vende parrilladas, buenísimas. Así que ella olió y se apropió del lugar. Acaba de pasar su celo, y se la comieron veinte perros diarios. Supongo que está requetembarazada. Llena de perritos, de todo tipo de perritos. Ella consigui{o casa para tener su jauría, y además, recibve los mejores huesos sin duda de toda la comarca. Así que aunque me persiga a la playa, acá a el caféinternet, no creo que se vaya conmigo a la final. Ojalá.

Bueno, volvimos a vender crepes. Nos fue regular. Ni bien ni mal, pero pagamos más de la mitad del paseo de Aguablanca, así que bien. Pero no es a lo que me quiero dedicar. Así, a veces, para aprovecharse del turismo y las cocinas, puede ser, pero no más. Y claro, con paul, el vendedor experto.

Hoy por la tarde salí al mar, en vestido de baño y ya. Me dolía el cuerpo. Andaba muy vago. Ando muy vago acá. De la cocina a la mesa a la hamaca. Así que fui, en la tarde, con un sol nublado, hice estiramientos y nade un buen rato. Delicioso.

Anoche salimos con pablo como a las 3, despu{es de parcharla mucho con Marcelo. Muy raro este ambienta acá. Jovenes cool, surfistas, viviendo sus quince minutos de playa. Alemanes. Gringos. Ingleses. Guayaquileños. Colombainos. Chilenos. Argentinos. Todos acá por lo mismo. En la fiesta internacional. Odio la fiesta internacional. No hay caracter. No hay raices. No hay tradición. Solo la de la televisión. Wild on Montañita... Eso es. Y yo me las pego y todo, pero no así tan facilitado y obvio. ¿No? Todos acá nos sentimos hermosos, seductores... en fin.

Conocí una argentina mamacita que viene en bici desde argentina. Siete meses. Y llegó acá y le encantó y se quedó. Lleva tres meses y la ve para largo. Bueno, nadie es perfecto.

Ahora no debería estar acá escribiendo. Tengo que acabarme un libro que me prestó Marcelo. Me tiene consumido. Me da pena decir el nombre, Nadie vio Matrix, de un tal walter graziano. basicamente lo que hace es mostrar como la élite anglo norteamericana (a aprtir de las sociedades secretas, masines, etc) se ha apoderado del mundo y hace todo lo que ha hehco (desde la revolucion francesa hasta irak) para apoderarse del mundo. Un libro lleno de conspiraciones, de esas que me hacen decir le monde est pourri. Rico de leer, y dejo descansar un poco a Vallejo. Pero eso si ando paranoico, crítico, críptico... Eso sí, tengan cuidado, estám siendo vigilados y controlados por fuerzas ocultas, oscuras, terribles, temibles, horribles. Estas fuerzas hacen que sean unos esclavos, y lo serán por mucho tiempo.

Como siempre, el tiempo apremia, y no alcance a plasmar lo que quería, pero bueno, así es la vida.

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viernes, 28 de marzo de 2008

montañita o el tiempo y el espacio se diluyen


viernes 28 de marzo / 2008*

d 94 / k 1118 (creo)

_montañita, manabí, ecuador

Llegamos a montañita y fuimos al hostal de un amigo argentino de alberto, Marcelo. Además de hostal (cuatro cuartos) tiene una parrillada argentina, deliciosa. Pues esa noche nos invito a una picada. Comimos con alberto, paul y marcelo, delicioso. Salimos re tarde de peurto lopez, por conectarme a un internet de mierda donde no alcancé a hacer nada. Pablo y alberto habian sañido de ahi a las 4 y habian llegaod a montañita a las 8. Decidimos salir y dormir en ayampe, un pueblo intermedio, porque salimos a las 6 y era muy tarde. Eso si, buenísimo porque el sol ya estaba en picada, y acá el calor entre 9 y 5 es insioportable, nada dse puede hacer. Dele y dele pedal, y de pronto nos cogi{o la noche y unas subidas, pero est{abamos cerca a Ayampe, y dele y dele, y nada, y suba y suba las siete colinas se llama, oscuro, mal pavimentado, y anda. Cuando por fin apareció un pobladito y paramos a reguntar por Ayampe "pero ustedes a donde van?, porque si van para allá (al sur) ya lo pasaron hace rato". Estabamos ya cerca de montañita, todo bien, y además este hombre vendia naranajas heladas, deme una otra otra y así....

Llegamos a Montañita muertos, nos bañamos, comimos parrillada, y nos dieron un cuarto por esa noche, así todo bien, que al otro día veíamos a ver qué. Y al otro día nos dio un cuarto que esta en obra grisa en el segundo piso y es el mejor cuarto del hotel. A cambio, que lo ayudemos a limpiar los cuartos, baños y eso. Perfecto. Aunque odio limpiar baños. A cambio también usamos la cocina. Así que la rutina es que nos levantamos temprano, nos la tomamos con calma, vamos a la fruteria, a la panaderia, a la tienda y hacemos desayuno deli (huevos italianos, crepes) mientra soímos música y así se pasa hasta el medio día. Ayer oimos a chavela una y otra vez, increible, y pink floyd, reggae, salsa, sale el sol, blues, tangos.

Luego nos sentamos a hacer origami y aprendimos el pavo real, buensiimo, pero dificil. Y así, llegó marcelo y nos vio, y siempre dice, a ustedes se les diluye el tiempo y el espacio, no les importa, están ahí como si nada, y si. Así es.

Marcelo es muy buen tipo, alegre, sencillo, viviendo la vida. Me causa mucha intriga, quiero saber su historia. Es de Córdoba, diseñador gráfico. Vivió cinco años en Quito como duseñador con su esposa y sus dos hijos, el mayor de cinco años. Y ahora etsá acá hace 6, solo, su familia en argentina, él tiene el hostal, no cobra por el diseño de cosas, ya alistó para dejarle el negocio a alguien alquilado y se va a argentina con su familia. Se toma la vida con calma, está aprendiendo a tocar guitarra y tambor y escrbe en sus tiempos libres y descansa y va al mar. Buen tipo. Qué suerte la nuestra.

Y alberto, vovler a verle fue una nota, amigos de siempre, felices de estar juntos, compartimos, comemos, cocinamos, leemos... Buena cosa.

Bueno, me quedo máximo hasta el lunes acá, si podemos vender algo y hacer plata. Sino, seguimos, en bici acabamos la costa, y nos encontramos de nuevo con Alberto en Guayaquil: Allá estaremos un tiempo, parece que hay gente conocida, a ver. Se acerca la despedida de Alberto y empiezan a acelerarse las cosas. Ya mucho tiempo en Ecuador, pero bueno, no se puede ir demasiado rápido. Y Galaápagos está en juego.

Hoy nos fuimos de paseo a unas cascadas, las cascadas de alex, disque aqui nomas, a 15 minutos del pueblo de al lado que es a diez. Pues del pueblo hasta allá fue casi una hora, por el lado de un rio, atravesandolo muchas veces, un camino muy malo. Cuando llegamos, que habia que pagar 5 usd. y ni siquiera nos dejaron verlas, así que nos metimos a un pozito en el rio y ya, vovlimos. Ahora, a comer rico.
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montañita o el diablo es puerco

viernes 28 de marzo / 2008*

d 95 / k 1130 (creo)

_montañita, manabí, ecuador

Llevo dos días en montañita. Es un lugar bien extraño. En medio de pueblitos donde vive gente normal, campesinos, pescadores, tenderos... est{a este lugar. Lleno de extranjeros, hostales, tiendas de surf, de alcohol, de jugos, de pizza, de ropa, de artesanias, de basura, de todo. Es un recinto donde vienen jóvenes alocados del primer mundo, al menos económico, y arrastrados de todas partes en busca de algo, de un poco de acción. Acá se demuestra que el diablo es puerco. Muchas niñas guapisimas, buscando problema. Gente muy cool. Caro, eso sí. Muchas drogas sexo y rocanroll, y surf. De dia duerme la gente. De noche rumpa pa.

Nosotros andamos en otra onda... es raro, pero le corremos sistem{aticamente a este ambiente, a las amistades banales de rumba, de paso...


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decidiendo en puerto lópez


miércoles 26 de marzo / 2008*

d 93 / k 1072

_puerto lópez, manabí, ecuador

Ahora estamos en Puerto López. Acabamos de darnos un baño en el mar y estamos decidiendo qué hacer. Podemos ir a la isla de la plata a bucear, caminar, y ver muchos animales. Pero es caro. Y es igual que Galápagos, peor menos chévere, dicen. Así que por ahora nos vamos a Montañita a reencontrarnos con Alberto, ver qué puede pasar con Galápagos y decidir nuestro siguiente destino. Hoy me dio un ataque de ansiedad, angustia, qué hacer, hacía dónde voy... pero se ha ido calmando. Es normal, pasa, pero no es nada divertido.

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dos tipos de personas. el papel


Hay dos tipos de personas: las que piensan en el orden y el aprovechamiento del papel al escribir y los que ponen por encima el hehco de sentirse cómodos escribiendo. Yo soy de los que aprovecho hasta el más mínimo espacio, inconsiente de la importancia del blanco.

aulle que te aulle


martes 25 de marzo / 2008*

d 92 / k 1057

_aguablanca, manabí, ecuador

Los monos aulladores gritaron toda la madrugada, estaban muy cerca de nosotros. Emprendimos temprano el regreso, otros quince kilometros caminando. Al rpincipio del camino sentimos cerca los monos por un buen tiempo, pero nunca los vimos. Esta vez bajamos de nuevo por el río, pero después cambiamos la ruta, por el filo de una montaña. Cuando uno camina por el río, con los pies frescos, el cuerpo todo se refresca y se deja de sentir el calor.

Bajamos por entre un bosque de catus muy altos y ceibas gordas y verdes. Vimos higos, y pitahayas, pero estas sin fruta porque se da antes del invierno. Lagartijas.

Pablo rompió sus sandalias y le tocó bajar descalzo, y eso estuvo duro. Bajó como un martir peregrino.

Llegamos directo a la piscina, baño de lodo y a almorzar. Pablo comentó "Está muy bien este pueblo, ¿no?"

Es una comunidad descendiente de los Manteños, así se sienten, la última civilización anterior a la llegada de los españoles. Eran parte de los Incas. Hay una señora, Dolores Calderón, de ciendo cinco años que aún puede contar muchas historias antiguas, como la de la bola de oro o la niña con peine de oro, el negro y la laguna. Ahora son 64 familias y alrededor de 280 habitantes. Manejan el turismo de forma comunitaria. cada familia puede tener uno de sus hijos dentro del programa de guías.

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* del diario

del bosque seco al bosque húmedo


lunes 24 de marzo / 2008*

d 91 / k 1057

_san sebastía, parque natural machalilla, manabí, ecuador

"Por esa cañada que se ve arriba en la montaña" dice Alejo señalando enfrente mientras oímos la algarabía "por ahí van".

Son los monos aulladores. Cada mada tiene un macho y muchas hembras y se pelean cuando se encuentran dos machos. Mientras yp escribo Pablo y Alejo están soplando el fogón para hacer café.

Además de los monos, hay muchísimos pájaros cantando y volando alrdedor. Un colibrí, nubes de insectos, mosquitos patilargos que me vuelven loco.

Vinimos a esta cabaña en bola de oro porque la que íbamos a dormir la encontramos con el techo desplomado en el piso. Aunque nos habían dicho que nadie subía hace un mes, parece que fue hace cuatro. Más que quiosco o cabaña, es una enramada. Así que atravesamois una hora y media más de monte primario, bosque húmedo tropical.

Esta mañana nos levantamos a las seis, pero terminamos saliendo a las ocho y ni tuve tiempo pra meterme en la laguna de agua azufrada. Aunque la llaman laguna, no es una laguna, es una piscina, o mejor, pequeña represa. Es un estanque hecho con tierra, redondo, con una cerca de palo bonita alrededor, y cuatro muelles en los puentes cardinales. Solo se puede entrar por los muelles y estos tienen escaleras de madera para sentarse dentro del agua a la altura que uno quiera.

El desayuno estuvo muy bueno, como pocos por acá: platano con queso, jugo de tomate de árbol y café pasado, por fín café pasado. Aca hacen el café con un extracto. Primero preparan un extracto muy espeso y negro, y luego calientan el agua y la revuelven con esta escencia de café.

Salimos caminando a lo largo del ríop Buenavista, por un valle rodeado por un bosque seco tropical. Caminando voy mascando semillas de cardamomo, son mi nueva fascinación, masque que te masque... Fuimos pasando cauchos, ceibas bongas, colombos (como el mochilero, arrendajo, oropéndola), en sus nidos colgantes como mochilas.

Nos encontramos con Elías Maldonado que le dijo a Pablo: yo vivo en la selva, peleo con el tigre, soy su amigo, yo lo cuido. Palmas cadi de donde sale el marfíl vegetal, la tagua, de la palma hembra.

Pasamos un bosque de catus muy altos, de hasta unos diez o doce metros. Matapalos (como el higerón) mariposas amarillas, blancas y negras, rojas, azules, el carpintero de cabeza roja. Ahí ascendimos por el cauce del Río Frio, un peqeño arroyo, durante unas tres horas. Oímos los monos aulladores, vimos una tarántula, ranas, el palosangre, la pava de monte, palomas, ardillas, y a medida que subíamo el bosuqe se hacía más húmedo, más exhuberante.

"Llegamos a donde vamos a dormir" dijo Alejo, el guía, pero el techo estaba en el piso. Pablo dijo "bueno, ojalá no llueva" mientras mirábamos en qué árboles colgar las hamacas. Pluc. Pluc. Pluc, pluc, pluc pluc plucplucpluc. Se vino la lluvia, y empezamos a caminar para dormir en una cabaña monte adentro.Después de un rato escampó y paramos a almorzar. Alejo todavía era muy seco, pero poco a poco se fue soltando, sonriendo y riendo. Llegamos a la cumbre de la montaña y descendimos por entre guaduales. Lagartijas, carpinero, pajaro loco, ploc ploc ploc, y muhcos mosquietos, en especial uno diminuto y cansón que llaman manta. Cocinamos, leímos y a dormir

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* del diario

parque nacional machalilla



domingo 23 de marzo / 2008*

d 90 / k 1057

_mirador de agua blanca, manabí, ecuador

Estoy sentado en un quisco de dos pisos, el mirador entre el bosque de Aguablanca. Esta es una comunidad que maneja una parte de montaña del parque, cerca del mar. Son las 22:22 y estoy preparando un té mientras escribo a la luz de la vela, antes de irme a dormir. Hoy fue un día increible y espontáneo. Salimos temprano de Puerto Cayo, de la casa de Mary que nos hospedó. Montamos hasta los Failes, la playa natural más famosa del Ecuador, parte del Parque Natural Machalilla. No tiene importancia real, pero por casualidad, el parque fue creado una semana después de que yo naciera...

Pasamos ahí todo el medio día, el calor. Hicimos la siesta, nadamos, tomamos café, leí, escribí, tomamos el sol. Ahí conocimos a Pedro Ventura, un guarda parques que nos contó de Aguablanca, y nos vinimos para acá.

En los Frailes los extranjeros pagan 12 usd para netrar, peor solo nos cobraron 2. Y acá son 3, pero no nos cobraron nada, entramos en las bicis así nomás. Nos fuimos a ver el atardecer en una piscina azufrada. Después comimos un delicioso pescado frito (primera comida descente en días, con ensalada y jugo) y organizamos la caminata para los próximos días. Vamos a subir a San Sebastian y a la Bola de Oro, la punta más alta del parque, a 850 m.s.n.m. Los guías no saben en qué estado está porque nadie sube desde hace un mes.

El turismo en esta zona es muy interesante, porque es manejado, organizado y administrado comunitariamente. Vamos a ver qué pasa en los siguientes días caminando por el bosque.

Aunque ahora estoy feliz, desde que salí de Quito ha habido momentos duros, de ansiedad, de desespero, donde todo pierde el sentido, me canso, pierdo el norte, el sur, no lo hay. Pero después, días como hoy, momentos como hoy hacen que el sentido no tenga sentido.

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* del diario

mil kilometros junto al mar


Sábado 22 de marzo / 2008*

d 89 / k 1017

_puerto cayo, manabí, ecuador

Han sido días de montadas ricas, suaves, bueno, con algunas subidas y muuucho calor, al lado del mar, subiendo y bajando. El paisaje es seco, muy seco. El verde de la vegetación, pues auqnue es seco hay mucha vegetación, el azul verdoso del mar, el azul intenso del cielo, y la tierra rojiza, seca y rojiza.

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* del diario

equinoccio en san lorenzo



equinoccio en san lorenzo

viernes santo 21 de marzo / 2008*

d 88 / k 970

_san lorenzo, manabí, ecuador

"que pena, solo me dejastes,
me dejas en la senda oscura,
llorando por tu cruel cariño que se fue
burlando de mi corazon"

Canta el niño mientras su papá toca la guitarra. Nosotros estamos tomándonos una cerveza con unos chifles (platanitos) en una tienda de la calle, y la música la hacen acá al lado, bajo la luz de la luna llena.

"¿porque esa indiferencia entre los dos?
no había que mostrar amor sin haberlo sentido,
la culpa la tuve yo po haber permitido,
que ames tantos años mi pobre corazón..."

Hoy todo el día hubo una luz increible. Al atardecer subimos a un viejo faro abandonado desde donde se ve todo. Mientras el sol se clavaba en el mar, la luna llena plateaba las nubes como leche en polvo espolvoreadas.

Ahora toca el niño y cantan los dos. "A mi amada florecita la conocí en un caño hace mucho tiempo".

Toda la tarde hizo un sol delicioso, cielo azul sobre el mar aguamarina, en la sombra de un quiosco, en el mar...

Mañana nublada para montar en bici, por fín, después de un mes, delicioso. Escapando de Manta a la madrugada después de una noche de pesadilla en un bus.

El niño y el papá cantan pasillos mientras pablo dice "entra muy bien está Pilsener, con esa música, este clima..." Llega un vecino y el papá le dice a su hijo "a ver mijo, póngale sabor ahí, póngale pasillo." Y Pablo: "Jesús se murió hoy y como si no hubiera pasado nada." Y el vecino: "bueno, usted me hace la primera y yo le hago la segunda voz."

Cantan música romántica, de despecho, de enamoramiento. Les aplaudimos y nos hablan en inglés. Es raro, pero lo hablan todos en este pueblo, en la tarde los niños ya nos habían hablado en inglés. Nos invitan a sentarnos con ellos y nos brindan caña. Acabamos tocando y cantando con ellos hasta pasada la media noche. Besos de Caramelo, un blues, música gitana y más pasillos.

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san lorenzo, el juego continua


viernes santo 21 de marzo / 2008*

d 88 / k 970

_san lorenzo, manabí, ecuador

Nos bañamos en el mar al medio día mientras nos alistaban el almierzo. Nos trajeron el primero, viche con pescado y calamar, una sopa hecha a base de plátano verde.

¿van a comer segundo? preguntó dona Elcia

Si, pero cuando terminemos este.

En ecuador tienen la mala costumbre, en los comedores, de traer el seco cuando uno apenas está comenzando la sopa. Se enfría. Hoy fue delicioso porque nos dieron mucho tiemo entre las dos. El mar, el sol, la brisa, la sombra, los niños. Poco a poco estuvimos rodeados de muchos niños que hacían origami con nosotros: el gallo, la paloma (¿o la grulla?) la rana, la caja, el sombrero del capitán, el barco del capitán, la tormenta, el naufragio del barco del capitán, la camiseta del capitán en la playa al otro día de la tormenta.

Desde entonces fue una tarde de juego. Con la cuerdita: la red, el puente, la torre eiffel, la pata de gallina, la estrella, la hamaca, la trampa. Después la bici, la cocina (aprendí a hacer corviche), los helados, el origamo, la playa, la cámara, las fotos.

Este es un pueblo delicioso, pequeño, de pescadores, queriendo ser turístico, pero con pocos visitantes. Nos prestaron un quisco en la playa para dormir. Enfrente tenemos un quisquito con chinchorros por si acaso, para descansar.

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quito. franciscanos. buses.

jueves santo 20 de marzo / 2008*

d 87 / k 929

_bus de quito a manta, ecuador

Por fín nos fuimos de Quito. Casi no. Si no hubiéramos comprado los tiquetes anoche, no nos hubieramos podido ir hoy tampoco.

Salimos corriendo, tarde como siempre, y nos fuimos en bicis por entre puentes y túneles, carros y buses, toda una aventura. Entramos al temrinal haciéndonos pasar por un bus para no tener que subir y bajar pisos de escaleras con las bicis, porque no hay ascensor.

Al fin llegamos a donde estaban los buses, a las nueve y veinticinco de la noche, cinco minutos antes de que saliero nuestro bus. Había uno con una inscripción en la parte de atrás que decía: "tu peor pesadilla". Afortunadamente no era el nuestro. Nos tocó un bus terrible, incómodo, con música del demonio (que apagaron luewgo que me quejé), caliente (que mejoró cuando abrimos las ventanas superiores) y con luces de neón que no quisieron apagar.

Practicamente no dormimos, pero bueno, es el precio de viajar en bus...

Se me había olvidado, pero en Quito pasa algo muy raro, yo sé que es "la capital religiosa de suramérica" y lo que quieran, pero ir congelado por la calle, bajo la llovizna y ver a un man disfrazadode monje fransiscano caminando descalso en las piedras, es raro. Y si, es monje!

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jueves, 20 de marzo de 2008

quito de papel doblado y Fray Lechoso



Como nos quedamos un día más, hoy estuvimos cocinando delicias para toda la familia (ver cocinando suave), y así, clausuramos temporamente el restaurante Fray Lechoso.


Por la tarde hicimos taller de origami con toda la familia (la abuela elsita, el tío jaime, la tía carmen, diego ribadeneira, la prima llacolén, lucía, pablo y yo). Hicimos la grulla, el gallo, la rana saltarina, el piojo, y la caja.


Así nos despedimos, y por fin dejamos nuestra deliciosa vida en Quito (por un tiempo) y volvemos al sol de la costa.



martes, 18 de marzo de 2008

haciendo helado


martes 18 de marzo 2008


d 85 / k 929

_quito, ecuador

Hoy aprendí a hacer helados. Como ayer no nos dio el día para irnos a la costa, nos fuimos muy de mañana a la fábrica, disfrutando por primera vez el cielo azul y el sol. Adentro estaba sola Soledad. Ella lleva trabajando ahí desde hace 25 años. Ha pasado por todas las facetas de producción de helados.

Nos pusimos el uniforme y pasamos a hacer nuestra primera tarea: revolver los ingredientes de la mezcla secreta en una olla gigante. Bate que bate la olla y bato que bato yo también. La temperatura sube que sube hasta que plum, cae de un sopetón. El milagro de la pasteurización. Y quedaron listos doscientos litros de base para los helados, y con esa base, nuestro desayuno. Primero una leche caliente y dulce, y poco a poco fuimos ensayando todos los sabores: guanábana, naranja, coco, caramelo, dulce de leche, piña y ron. Después ayudamos a Sole a despulgar doce kilos de moras ácidas que pusieron en una paila con azucar para hacer la salsa.

De premio nos fuimos a almorzar al Raj Tandoori. Comimos todo tipo de platos indios: uno con papaya y mango y otro con curry picante, uno con coco y piña y otro con orégano, uno con tomate y cebolla y otro con vino, gengibre y tomate. Todos con pan indio. Un bocado más rico que el anterior, el dulce despuñes del picante, luego el condimentado...

Y para bajar este almuerzo mortal, un espresso con cardamomo en la jarra siria. Y para bajar, caminar a una libería por el parque. Después a otra, y después, a otra... Y por el parque a la casa. Nos esperaban con sancocho ecuatoriano... No nos pudimos ir hoy tampoco. A ver si mañana...

Y hoy pensé que es mejor hacer yoga que conocer algunos museos.

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lunes, 17 de marzo de 2008

quito. ciudad lechosa siempre mirándose

"De Quito no me gusta nada. Es una ciudad muy fría. La gente es muy fría. No me gusta ir a ninguna parte y casi no me gusta hablar con nadie." Guardia colombiano de la casa donde vivió y está enterrado Guayasamín.

Después de casi dos semanas en Quito llegó el momento de partir. s difícil, porque todo se dió para ser muy felices. A pesar del clima frio y lluvioso, estuvimos muy bien. Viví con la abuela Elsita, que aunque no es mi abuela, siento como si fuera. Y con el primo Juandavid y su esposa lucía, que aunque no son mis primos, siento como sí. Y la tía lucía, que la siento como una tía más. Comiendo delicias, descansando, aprendiendo a cocinar, oyendo historias...

La ciudad es bonita. Está en un valle alargado, lleno de colinas. Es una ciudad que se mira a sí misma: desde donde uno esté siemrpe ve otro pedazo, desde otra perspectiva. Desde abajo se ve como los barrios pasteles se trepan en las montañas. Desde arriba se ve el valle inundado de cemento. Siemrpe se está viendo la ciudad, a lo lejos, arriba y abajo, al norte y al sur.

El espacio público está muy bien mantendio y es uniforme, a diferencia de Bogotá donde cada cual hace lo que quiera frente a su casa. El tamaño de la ciudad es más manejable, y así lo es su tráfico. En lugar de puentes, han hecho muchos túneles, por el bien del tráfico y del peatón. En general es muy limpia y ordenada. El centro histórico es muy grande y está muy bien mantenido. Tiene iglesias lindísimas, mucha piedra, y casas antiguas en buen estado. De noche la iluminación es muy bonita. Sin embargo Quito tiene un problema: es frío y aburrido. Aunque la gente es muy amable (muy), no hay mucha vida en la calle, y de noche todo se apaga. Después de las 9 el centro queda desértico. No en vano se dice que es la "capital religiosa de suramerica". Ahora para semana santa es el festival de música sacra. Ayer fue el evento cúlmen: un concierto de campanarios. Por la noche tocaron más de 50 campanas de 17 iglesias del centro. Nos subimos al último piso de uno de los pocos edificios altos del centro y desde ahí, con un canelazo, oímos el concierto. Muy buena experiencia, con sonido en tres dimensiones, y fuegos artificiales que pasaban de una iglesia a una plaza, a una colina... El ascensorera uno de esos viejos que necesitan quien los maneje y él, se llamaba Winter.

Ahora en invierno es una ciudad lechosa. A veces hay leche entera, a veces semidescremada, deslactozada, en polvo y espolvoreada. Dependiendo del momento se ven todo tipo de leches en el ambiente.

En esta ciudad hice de todo. A veces solo, a veces con Pablo, con Alberto y su parche, o con Juan y el suyo. Un paseo en bici un lunes por el parque metropolitano. Conciertos de música sacra en las iglesias del centro. Cerveza en el mirador de guápulo, o en bellavista. Un par de cumpleaños. Uno que otro bar. Paseo de domingo a Mindo. Paseo de sábado a Papallacta. Comida familiar. Película en cama un domingo por la noche. Subida a 4100 mts en telésferico. Museo del agua. Parques. Mercados. Librerías. Caminadas eternas atravesando toda la ciudad. Museo Guayasamín y su capilla del hombre. Museo amazónico. Ensayo de banda de rock pesado. Tour de restaurantes. Subimos lomas. Bajamos lomas. Dormimos. Estos días en Quito fueron días de ciudad, pero relajados. Ahora, volvemos al campo, a pedalear, a la bici, a la costa, a los pueblos.

agua. termas de papallacta


sábado 15 de marzo de 2008

d82 / k 929

_papallacta, napo, ecuador

El camino hasta Papallacta es atravesando la sierra, por entre páramos. Aunque está a sólo 64 kms por la carretera que baja a la selva, hacia el oriente, es más largo de lo que uno se imagina. Poco a poco el paisaje empieza a nublarse, y hay partes donde se pierde la visibilidad, y pareciera que uno va por entre leche entera.

En estas circunstancias se llega a Papallacta, un pueblo famoso por sus aguas termales que bajan de volcanes. El lugar al que entramos tiene todo para pasar un dia de disfrute, entre piscinas calientes (a diferentes temperaturas), piscinas heladas, un rio helado y hasta un sauna. El plan basicamente consistió en estar en una piscina calientica, pasar a una hirviendo un rato, de ahí meterse en el río helado (que pasa pegado a la piscina) y volver a la hirviendo y a la calientica. Terapeútico.

Almorzamos trucha, y volvimos rendidos a la capital. este paseo fuimos con Alberto, su novia Laura, su amigo el Pato y su novia Isa.

Fue una experiencia que constata de nuevo que soy agua, que lo que más em gusta es el agua. Fue una celebración al cuerpo y al agua. Una meditación corporal. Una bendición. Un regalo del volcán.
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cocinando suave




En el viaje hemos ido aprendiendo recetas y las he ido escribiendo en mi diario. No quiero que se pierdan, así que decidí subirlas a internet para tenerlas ahí y de paso compartirlas (lo que se debe hacer con la comida).

Están en cocinasuave.blogspot.com

Si les interesa, con dumpa abrimos una página para compartir recetas.

Pueden entrar a cocina.de.emergencia en gmail, la clave es chocoramo. Ahí van a encontrar distintas recetas organizadas. La idea es compartir cosas que han salido bien y que nos puedan salvar en emergencias. Si tienen alguna receta que quieran compartir mandenla desde su correo a cocina.de.emergencia@gmail.com
Después métanse al correo y ponganle un label dependiendo de qué sea (sopa, ensalada, pan...) Y listo.

seben deuna finca. la escritura




En ecuador son super flexibles con la ortografía. No sé si es por su fuerte presencia kichwa, por ignorancia, por costumbre o por que no les importa (¿y a mi qué chuchas?). Al principio pensé que eran errores puntuales de gente puntual. Pero poco a poco veo que se repiten. Así hay cosas que se escriben con naturalidad en distintas partes del país, pero con la ortografía cambiada. Normalmente lo que más se cambia es la b por la v o la s por la z. Por ejemplo almuerso, o se bende, o cebiche. Incluso se divide las palabras de manera distinta: seben deuna finca.

En el museo amazónico escribían en una parte chigras y en otra shigras (esto es una mochila hecha por los indígenas en el oriente). Ahí mismo habían escrito Eliconias (sin ache) En Esmeraldas estuvimos en una cascada que vimos escrita como Chuchuví y como Chuchubí. Y así, los casos mes los topo por todas partes...

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12-m : aniversario





miercoles 12 de marzo de 2008
d78 / k 913
_quito, ecuador
Ayer hace 4 años fueron los tan mentados ataques terroristas del 11-m en madrid. La bomba del tren de Atocha estalló mientras yo dormía a pocas cuadras de ahí. Fue un jueves. Lo recuerdo perfectamente. El domingo había conocido a un francés en una plaza y habíamos quedado de almorzar el viernes, para que yo conociera su furgoneta a ver si me gustaba y quería viajar en ella (claro que me gustaba, incluso sin conocerla y claro que quería viajar en ella, qué formales que son los franceses...) Con las bombas se paralizó la ciudad, se cerraron las universidades, todo
se paralizó... Yo no podía cmunicarme con el francés para ver si seguía en pie. El vivía en la furgoneta, no tenía teléfono y no podría usar internet porque habían cerrado la facultad. Irme a buscarlo era un paseo, porque la facultad de filosofía e historia quedaba en las afueras. Ahí
tenía varada la furgoneta, y ahí vivía. Decidí irme para allá. Y allá estaba esperando, en un gigante espacio oscuro y desértico que tenía la facultad. Conocí la furgoneta, y me encantó. Almorzamos en la furgoneta para escapar del frío. Mientras comíamos, golpearon la puerta
fuertemente. Abrimos. Eran dos policias desconfiados y asustados. Ya ese día habían encontrado otra furgoneta en las afueras con rastros de explosivos. Nos pidieron los papeles. Revisaron entre el estuche de la guitarra, entre las cobijas, slipings y entre el colchón. Lo que buscaban
no eramos precisamente nosotros. Esa noche fuimos a documentar la gigantezca protesta bajo la lluvia en el Paseo de la Castellana, y después estuvimos bailando salsa hasta el amanecer. Pocos días después arreglamos la furgoneta y con ella recorrimos españa. Después fuimos a
marruecos y a su casa en bretaña. El francés es pablo. Desde entonces se convirtió en compañero de viajes y de vida. Nos hemos encontrado más o menos una vez al año. Recorrimos la costa caribe colombiana. Después fuimos al norte de bretaña. Ahora, después de pasear 3 meses en colombia, llevamos más de dos meses recorriendo el ecuador en bicicleta.

Estamos de aniversario... jejejeje. A veces no sé si Pablo existe. Desde que lo conozco es alguien con quien realizar esas ideas que uno tiene "me gustaría un día hacer tal cosa..." pero que uno nunca hace, o deja pasar, posponiéndolas para un futuro remoto. "me gustaría..." Pues pablo dice de una, porqué no, y ya con compañía, pues es más fácil hacerlas. Es más, ya si hay con quien, toca hacerlo, dejar de desear, realizar. Así que aprovecho este momento en que se recuerdan a las víctimas, para recordar el nacimiento de aquesta amistad.

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el fantasma de guayasamín

foto de una bella esquina de un delicioso barrio popular entre el museo y la capilla del hombre
miercoles 12 de marzo de 2008

d79 / k 929

_quito, ecuador

Cuando llegamos al árbol de la vida, donde están enterradas las cenizas del artista, un guardía se nos acercó. Nos pusimos a charlar. Es un colombiano que vino de visita familiar y se quedó trabajando. Le pregunté que si el trabajo era muy tranquilo, y dijo que de día sí, pero que de noche el viejo se despierta a hacer alboroto y a hacer desorden. Incluso dijo tener videos de Guayasamín moviendo cosas por la casa en las noches. Es una casa gigante, desolada, donde aun permanecen las csas como el las dejó, cuando lo sorprendió la muerte sin aviso. Eso sí, dicen que sus hijos se han ido llevando las cosas poco a poco.

El museo está en el borde de la ciudad, contra el Parque Metropolitano. Tiene dos partes: La fundación y la Capilla del Hombre. La fundación es un poco más abajo en la loma. Es en la penúltima casa que vivió. La casa e smuy bonita, entre jardines. En uno de ellos, en una pared, dice "mantegan encendida una luz que siempre voy a volver". Tiene su colección de arte precolombino (lo mejor que hemso visto en Ecuador), y su colección de arte colonial. Muchos cristos y estatuas de madera, muy bonito. Arte barroco interpretado en suraérica. Después están sus pinturas en una serie de salones muy bonitos. Manos y caras, sobretodo, colores, texturas, ricas composiciones. Muy buen gusto y mucha sensibilidad. El museo es increible y uno queda muy feliz, con un buen sentimiento hacia el man y hacia su obra.

De ahí subimos a la capilla del hombre. Es una "capilla" que él diseñó al lado de su última casa. Esta casa ya no es tan linda, demasiado grande y sin gracia. Y la capilla del hombre resulta burda, simple, exagerada, dura, pretensiosa. Hay una pared con las fotos de Guayasamín con
personalidades, y en su mayoría son grandes políticos de izquierda, poderosos: mao, fidel, chavez, mitterrand... Produce un sentimiento raro, un poco de desconfianza. Se volvió muy rico vendiéndole cuadros a poderosos de izquierda... Su obra se opaca en este espacio oscuro, de
vigas gigantes rojas y ruidosas. Es bonita la idea de hacer un templo al hombre y no a dios, pero no es tan chévere. Siento que su buena idea se le salió de las manos.

Bueno, el portero nos dijo que fuéramos una noche para ver al viejo. Fuimos al día siguiente. La casa tiene dos porterias. Pero en ninguna conocían al portero colombiano. Parece que también fue un fantasma. Si nos dijeron que habían oído una vez al viejo despertarse y nadar en la
piscina... Después vinimos a la casa y de pronto se rompió un espejo en el baño donde nadie había. Después se abrió la llave del agua caliente. Guayasamín se vino con nosotos!

martes, 11 de marzo de 2008

quito o los perrulfos de maria antonieta


lunes 10 de marzo de 2008


d77 / k 929


_quito, pichincha, ecuador


Viendo MarieAntoniette, la peli algo aburrida de la coppola, entendí desde donde vienen y porqué en cada casa que hemos estado en Quito no puede hacer falta el hijito peludo y travieso, la criatura consentida, que es casi una personaita, pues sólo le falta hablar. Los perritos de bolsillo. Cursiosos, intensos, hiperactivos, consentidos, ruidosos. Sus uñas contra el piso tacatean marcando sus pasos como maracas. Y siempre, son el centro de atención. Rasputín, Ozzy, Yuri, SamyLu, Oshin.


Rasputín odia las peleas y se estresa cada vez que ve gente pegándose, así sea por cariño. Muerde y ladra. Excelente el perro pacifista.


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mindo o el nacimiento de la mariposa


domingo 9 de marzo de 2008

d76 / k 913

_mindo, pichincha, ecuador

Poco a poco nos fuimos alejando de la ciudad. Pasamos el suburbio y aparecieron los campos, las tierras de los campesinos. Despúes el bosque. Bosque húmedo tropical atravesado por cascadas. Montones de bromelias, orquídeas, helechos, heliconias, y mazorcas de agua, a lado y lado de la carretera. Aunque el paisaje era hermoso, el calor y las curvas empeoraon mi estado.

La víspera me había ido con Juan David y Lucía al cumpleaños de una amiga suya. Fiesta casera con toda la familia y amigos. A medida que pasaban las horas, disminuía la cantidad de gente en la sala y el líquido en la garrafa de ron. Acabamos bailando salsa y reggaeton hasta la madrugada. En el carro, de regreso a casa, caímos muertos los chicos.

Entonces, en el carro, el chuchaki (o chuchaqui) se apoderaba de todos, sobretodo de mí. Así llaman en estas tierras al guayabo. Casi sucumbo. Pero sobreviví. En Mindo me esperaba el mejor plan para resucitar.

Mindo es un pueblo a la entrada de una reserva natural, el Bosque Protector Mindo-Nambillo, que va de los 1400 a los 4780 msnm. El clima y las condiciones ambientales de la región producen una naturaleza exuberante. Cuando llegamos entramos todos (mi familia en el Ecuador: la abuela elsa, su hijo y nietos, juanda y luci, la tía maria luz, pablo y yo) a contemplar mariposas y pupas, colibríes, orquídeas, bromelias y heliconias. El plan perfecto para el chuchaqui.

Para completar, vi nacer una mariposa. Desde que empieza a salir de la pupa, sacando la cabeza y tirando con las piernas. Cuando por fin logró escaparse, sus alas empiezan a desarrugarse. Salen como sábanas mojadas, y poco a poco se van secando, estirando y endureciendo, hasta que sale a volar.

Trucha fresca, arroz, patacón, ensalada, y jugo de maracuya con piña. Café orgánico pasado (¡si!) y chocolate. Y siesta de regreso en el carro. Y para terminar este domingo, película entre las cobijas. Acá en Quito estoy sufriendo tanto que no me voy a poder ir nunca.
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sábado, 8 de marzo de 2008

diego tirira, sus viajes en bici, su esposa, y la noche en quito

foto del alberto

sábado 8 de marzo de 2008

d75 / k 913

_casa de elsita, quito, ecuador

En casa de papá roncón me mostraron una revista donde salía un artículo de un man que había dado la vuelta a Ecuador en bici hace unos seis años, y que también se había quedado en esa casa. Lo contacté y anoche nos conocimos.

Yo iba a una cita con un man que le había dado la vuelta al Ecuador en bici, y terminé con uno que además había recorrido España, Portugal y Marruecos y luego había atravesado Africa de Ciudad del Cabo (surafrica) a Alejandria (Egipto) en siete meses. Uau. Ah, y su esposa. Me contó miles de historias del viaje. Fue luminador, motivante y aprendí mucho. Como oí decir una vez a almódovar ("de la primera película lo único que importa es hacerla" no si es buena o mala...) él dice que lo más difícil en este tipo de viajes es empezar, de ahí, todo fluye, con lo bueno y lo malo. Y si.

El man hizo la vuelta del Ecuador en dos meses, volvió a Quito dos meses donde planeó el de europa y Africa y en ese momento se enamoró de una chica. Se fue Como 10 meses más y cuando volvió la cosa funcionó y ahora no solo son pareja, sino que trabajan juntos. Hacen investigación de mamíferos. A este biológo le pagan por viajar a todas partes a estudiar la naturaleza. Viaja Solo, y por esto termina estando con ella la mitad del año, y el resto o viajando por placer, o por trabajo. Y se ven felices juntos, aunque muy diferentes, ella ni loca haría un viaje desos.

El viajaba sólo, cosa que yo no quiero hacer, pero dice que no estaba sólo, eran cuatro: su cuerpo, su mente, su corazón y anacleta, su bicicleta. Que estaba más que acompañado.

Si a alguien le interesa ver lo que hacen con mamíferos pueden ir a http://www.murcielagoblanco.com/ y si quieren ver sobre su viaje en ecuador y la revista que tiene de este tipo de cosas en terraecuador.net

Después me fui con Pablo, Alberto y el Pato (amigo de Alberto) a recorrer Quito en carro. Cervezas y plum y fuimos a un mirador de Guápulo, un barrio muy bonito, un pueblo que queda detrás de la montaña y que ahora se lo comió la urbe. Acabamos en un cumple donde había cuatro niñas. Fue chistoso. Ver el mismo tipo de parche bogotano en apartaestudio, pero ahora siendo extranjero...
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crisis de la gran colombia

viernes 7 de marzo de 2008

d74 / k 913

_casa de elsita, quito, ecuador

Vi en el noticiero a un tipoque decía "tenemos un presidente con tanta moral que la tiene doble". Así son todos.

Esto de la crisis entre los paises me ha hecho sentir cosas muy extrañas. Nunca me ha gustado la manera como procede y piensa el presidente uribe, aunque lo respeto como persona (sobretodo comparàndolo con los seres que lo han precedido). Ahora se arma este lio con el paìs por el que estoy viajando. Y ver las actitudes de correa y chaves (no solo la de uribe) me dan risa por un lado, ver la cumbre me da risa, es un circo, o una terapia de grupo para desadatpados sociales (el abrazo... jojojojo). Pero por otro lado, lo terrible, es que es real y esos payasos no estàn en el manicomio sino llevando las riendas de un gran pueblo que supongo se los merece.


Voy a la casa de alberto y conozco a su familia, y su abuela me dice "¿porque nos bombardean?" "¿quienes? yo no tengo nada que ver" Y dice que ella querìa a reyes, que era un tipo bueno... etc. No quiero hablar del tema. Primero, a pesar de no estar de acuerdo, por ser colombano, llevo del bulto, la culpa. Y me siento atacado. Entonces en mi se genera un rechazo a la acusasion que se complementa con un apoyo a mi paìs, un apoyo a uribe, y soy una contradicciòn.


Por otro lado, es muy raro porque salen millones a archar contra las farc y ninguno a protestar contra los victimarios paras, si es lo mismo, y habria que marchar contra todos, contra toda la violencia (biolencia) mientras tanto, no se solucionarà nada realmente. ¿no? Por qué actuan tan a la deriva, dejàndose llevar por la corriente. Asì no se puede actuar polìticamente, es gravisimo.

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fanesca en familia

viernes 7 de marzo de 2008*
d74 / k 913

_casa de elsita, quito, ecuador

En Quito tuve la fortuna de llegar a la casa de Elsita y Juan, familia aunque no es familia. Aunque nada tenemos de lazos reales, me siento como con mi familia de siempre, aunque en últimas, lo son. Llegué y me encontré con varias señoras encantadoras jutnas en la casa, todas trabajando alrededor de la fanesca, un plato típic ecuatoriano. Tradicionalmente se come en semanasanta, pero lo hicieron ahora. Tiene 12 ingredientes, uno por cada apostol. A ver si los recuerdo: fríjol, habas, maíz choclo, arvejas, leche, queso, platano, empanadas, huevo, maní y bacalao. Creo que es así. Un plato deli que cocinaron durante 4 días, entre pelada de granos, cocinada por separado, desalinizada del bacalao, empanadas, y juntarlo todo. Fue una comida deliciosa. Eramos más de diez comineod mientras nuestros presidentes hacián el ridículo en vivo y en directo, claro, lejos de la mesa.

Durante la preparación, y con el mal clima que hacía, tuve la oportunidad de compartir con todos mucho tiempo. hablar de la familia, de la vida, de vallejo, de medellín, del matrimonio, el divorcio, el estar felizmente casado y el estar felizmente divorciado, del amor, de la muerte... en fín. Esto con señoras que ya lo han vivido todo. Un aprendizaje. Y ver lo hermoso que es la familia, el amor de familia, de una familia que no es la mía.

También ver como Elsita es una mujer fuerte, alegre, encantadora, que disfruta la vida. Ella (que es abuela de mi primo pero no lo es mía) como mi abuela, tienen la culpa de que nosotros, los primos, tanto queramos gozar la vida.

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noche de bicis, niebla y malabares


miercoles 5 de marzo de 2008*





d72 / k 907


_casa de elsita, quito, ecuador


Quito me recibió con una noche de mucha bruma. El viaje con mi primo fue delicioso. Llegamos y salimos con otro primo (juandavid) a montar en bici con un parche que recorre quito todos los miercoles en bici. Esperaba algo tipo turditali parisino, pero no, más que recorrer la ciudad, era un parche de gente con sper bicicletas para hacer malabares que iba de paza en plaza, de rampa en rampa, de escalera en escalera, de borsillo en bordillo haciendo cualquier tipo de malabarismos. El gato, el gringo, el daniel, el este y el aquel. Esa noche nos acompañaba un metalero que es reportero. Quería escribir sobre este parche urbano y quería "vivir la experiencia" así que nos acompañó, tomando notas de todo, chistoso. Fue a Bogotá a ver a Iron Maiden. Desde ese día, en 3 más, he conocido otros dos metaleros que fueron, y eso que no he conocido mucha gente. Que risa. Me contaron del desorden, de las màs de seiscientas carpas, de como les tocó dormir la última noche en el anden porque les hicieron quitar las carpas, y de como los colombianos son increibles, generosos, calidos, voltajudos. Que voltaje uno irse a conocer Bogotá estando varios días en al fila del concierto de metal. Bogotá, pueblo metalero hasta la médula.



Aunque me enfrié y me aburrí un poco (esperaba recorrer la ciudad) fue una noche hermosa, llena de niebla, no se veía casi, y las luces iluminaban las bicis creando unos auras increibles. Juan Me prestó su bici de toda la vida, tal cual como lo es la mía, y en ella me sentí como en casa. Claro, yo era el único sin amortiguadores, jeje, no tenía nada que hacer ahí.
Fue otra constatación de que la bici es solo un medio, no un fin, y que varios montemos bicis no quiere decir nada. Una cosa es extremo, otra aventura, otra deporte y otra espectáculo. Lo mio nada tiene que ver con ellos, como diria el profe Alvaro. Es simplemente el medio para recorrer el mundo, un ritmo. Lo mio es sobr el viaje y sobre mí, no sobre la bici.


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miércoles, 5 de marzo de 2008

vuelvo

martes 4 de marzo de 2008*
d71 / k 907

_casa de mi madre, bogotá, Colombia

Vuelvo despuñes de una larga ausencia. Perdoanaran pero me desatraso así nomás de un tajo. Una de las cosas que aproveché para hacer acá. Así que viene de repente, transcrito de mi diario, de mis apuntes, lo de el último mes largo. Igualmente las fotos se actualizan un poco. Y emparejo y sigo, a ver si cojo ritmo.

Buen viento y buena mar.

pd. estos textos que subí aun pueden tener unas correcciones y unas fotos. Igual en flickr, las fotos falta marcarlas y arreglarlas, epro lo haré muy pronto.

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causas


A veces me preguntan si tengo una "causa" para hacer este viaje, si me apoya alguna fundación a cambio de llevar su mensaje, alguna religión, secta, culto. No. ¿No? ¿y entonces? Pues aunque si me gustaría hacerlo, no se ha dado aún, y no quisiera forzarlo, como otro compatriota que hace algo parecido aduciendo una causa, que no se ve por ninguna parte. Hay otros que si lo hacen y lo hacen muy bien: hay un gringo que empezó un tour que se llamaba ride for one cause, y que fue tan exitoso que se convirtió en ride for three causes, y con su viaje recolectó 10 veces más de lo que esperaba para tres organizaciones que luchan contra tres horribles enfermedades. Pero a él su vida lo llevó a esto, a mí aún no. Yo nunca tuve contacto o apoyo, o no saqué el tiempo para hacerlo, simplemente se convirtió en mi mejor opción de vida en este momento. En otras palabras, como no tenía nada mejor que hacer (entiéndase, nada más honesto), decidí salir a pedalear.

Primero dejé la astronomía porque, como dice el sabio "hay hombres que miran las estrellas, y hay hombres que miran a los otros hombres". Después me dediqué a la arquitectura para entender la manera como el humano se relaciona con el mundo, con la tierra. Pero la práctica poco tiene que ver con eso. Igualmente, buscando, estuve viviendo en la selva del Putumayo, en Europa y con la comunidad de Bojayá, en el Chocó. Ahora voy recorriendo el mundo, casi que de a pie, compartiendo con otros viajeros y con la gente más humilde, en contacto directo, viviendo el instante.

En el fondo hay dos razones para hacerlo, dos razones que terminan siendo una misma cosa. Por un lado el mundo, la búsqueda de un entendimiento del mundo, de este mundo loco, este planeta (la más increible nave espacial para recorrer el universo) a partir de conocerlo, de recorrerlo, del contacto directo, yendo casi que de a pie.

Por otro lado la vida, mi vida, lucerito sin vela, esta que está pasando, ineludiblemente. Como al mundo, conocerme y entenderme, y hacer algo con mi vida, bala perdida, por la gran vía, charquito de arrabal. Quizá este viaje es una manera de sacarle tiempo a eso a lo que la vida en la ciudad nunca me dejó: escribir, tomar fotos, y cocinar, en primer lugar, y en segundo, el cuerpo, la salud. Y así, decidir en cada momento lo que quiero hacer con mi vida, mi vida, no quiero que te vayas, no quiero que te alejes, cada día más y más. Así que voy pedaleando y avanzando, en el planeta y en la cabeza, y no como los del espinning y bicicleta estática que mucho sufren y poco avanzan. Y así, un día, encontrar, o entender, mi lugar en este loco sistema.

Tengo la tranquilidad que las causas iran apareciendo cada día, pue sel aprendizaje empezó desde que salí.

(el paréntesis)

martes 4 de marzo de 2008*
d71 / k 907

_casa de mi madre, bogotá, Colombia

Hmmmmm. Estoy muy desubicado. No tanto. Más bien revuelto. Después de cais dos semanas en Bogotá vuelvo por fin a seguir el viaje. La primera constatación, sencilla, fue que tengo que estar ahí haciendo lo que estoy haciendo. Ahora no hay lugar acá para mí. Ver lo que podría ser mi vida, ver la vida de los demás, los que quiero. Casi que volver a vivir lo que era mi vida. No ha cambiado nada. Solo yo. Sobretodo mi ritmo. Ya me acostumbre a ese ritmo donde vivo el instante, donde estoy conectado con el presente. Donde el futuro es algo incierto que poco a poco se hace visible. Sin fechas, sin tiempos, sin compromisos obligados, sino más bien, adquiridos, con placer. Así qes, tengo que estar ahí, en el camino, recorriendo, viviendo a ese ritmo lento, aprendiendo, construyendo.

La siguiente es que no quiero estar acá. Todo bien, pero no. Me vuelvo ansioso, apurado. Llego tarde. No alcanzo, no me alcanza el tiempo. No me gusta lo que me convierto, lo que vuelvo a ser, a hacer. No es que no me guste, acá vivo feliz, pero no me permite ser lo que quiero. Es ambiguo, pero es claro.

Nada es para siempre. Esto siemrpe estará. El viaje es una etapa. Todo pasa, todo se acaba, nada es para siempre. Hay que exprimir al máximo cada etapa, se va a terminar. A esta edad uno empieza a temer que lo que va haciendo y decidiendo será para siempre, determinante. Aunque si harña que todo pasé de una manaera, nada es para siempre. Todo es temporal. Es el momento de arriesgarse, de hacerlo, lo que uno quiera. De decidir. Si algo sale mal, no importa, se aprende, y se puede volver, se puede dejar de lado.

Y bueno, lo otro es la guerra que decidieron armar los presidentes de Colombia y Ecuador, guerra atizada por el de Venezuela. Y nosotros qué. Es un momento difícil, pero tengo que vovler allá. Hay que seguir. Y mientras ellos se pelean, ser un Colombiano que recorre el Ecuador, que comparte, que conoce, que da y que recibe. Que aprende de ellos. Y ojalá, que enseña, y que matiza un poco la imagen que se está construyendo. Voy de acá para allá, de allá para allá, en zig zag, de grises, ni blancos ni negros, ni de acá ni de allá, ni con estos ni con esos, con todos y con ninguno, así tranquilo, y ojalá, bien acompañado.


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el portero y la bicicleta


foto bici

lunes, marzo 3 de 2008
d 70 / k 907


Me enteré que el portero del edificio de mi mamá le dijo que látima que me hibiera ido en esa bicicleta tan mala, que me iba a quedar muy difícil andar. ¿qué tales? Yo sé que la tengo hace unos 13, o 14 o 15 o 16 años, pero aguanta.

los otros


lunes, marzo 3 de 2008
d 70 / k 907

En el viaje han ido apareciendo otros como nosotros. En Colombia, por mucho que viajé, no recuerdo haber visto nunca a otros viajando en bici. En Ecuador si he visto varios. Los primeros fueron el primer día de recorrido, entre Otavalo y Cayambe. Al final de una subida durísima (para ser el primer día), bajó la lluvia, llegamos a la cima. Había un café. Entramos como locos, congelados, mojados, cansados, sudados. El frío nos hizo quitar la camiseta mojada. Nos comimos muchos panecitos (bizcochos famosos), bocadillos, ponymaltas, cafés, quesillos.

En la mesa de al lado estaba un hombre gigante, con cara como de inglés con una diminuta coreana. Vestidos con toda la tecnología que ofrece el mercado, rompevientos, poncho especial para pedalear, de colores compañeros. Tomaban una sopa caliente, y ya. Afuera sus naves parqueadas. Dos super bicicletas, aperadas cada una cos 4 alforjas, una maletica en el timon, una maleta encima de la parrilla, un remolque con un baúl, y una maleta sobre el remolque. Aun no entendemos como cargaban tan grande carga, y menos aún, qué es todo lo que llevaban, pero lo hacían. Eran mucho mayores, tal ves a esa edad se compra más cosas, o se necesita más comodidad. La verdad, nos gusta más andar así, más bajo perfil, más livianos.

Los siguientes compañeros de ruta que aparecieron no los alcanzamos a ver. Se fueron de Ibarra antecitos de que llegaramos. pero nos contaron de ellos. Una pareja de belgas en un Tandem (bici larga para dos) que iban a Buenos Aires. Que raro viajar así, en una de esas bicis, tan largo.

Luego, bajando a la costa, nos cruzamos a un man solo, con 4 alforjas que parecía ir rumbo a Colombia. Que raro montar solo. Siempre pensamos con Pablo que así no lo haríamos. Mejor conocer gente y ser más, no demasiados, pero sí más. Nos contaron de un parche que vino a Ecuador de Brasil. Eran siete, hombres, y mujeres, alemanes, brasileros, ecuatoriano, y más. Se conocieron en la ruta. Que pereza cambiar una llanata solo. O lavar la ropa solo. Agradezco la compañía en estos viajes.

El último fue Alberto. Llevamos con él ya más de doscientos kilometros, más de 3 semanas. El iba sólo y claro, está feliz acompañado. El lleva un equipaje gigante y una super bici, y la experiencia ha demostrado que es mejor en una bici normalita y livianos que el otro caso. Ha sido rico ir con él. Se aprende mucho, se comparte mucho. De pronto estamso en situaciones muy íntimas, durmiendo en el mismo colchón los tres en la casa del chino, apenas conociéndonos. Y la gente, en estas situaciones, tiende a sacar lo mejor de sí. Claro, a veces lo peor. Es muy bonito compartir así. Y así, en el camino, va apreciendo mucha gente, que nunca aparecería en esa cotidianeidad de l aque vengo. Si uno está en su cuento, haciéndo lo que quiere, apareceran otros en ese mismo cuento.

Y bueno, la verdad es quequiero un perro. Quiero ese compañero para este viaje. Siempre he querido un perro para apsear, para caminar. Pero no lo tendría en un apartamento. Pero en este viaje sería perfecto. uno que le guste recorrer, correr. Que nos acompañe. Han habido un par de intentos, de perros que me persiguen en el camino, máximo una hora, pero cuando se dan cuenta que no los voy a alimentar, se van. Creo que hay que darles comida, ¿no? Sería ideal uno que, como nosotros, se hiciera a su comida por si sólo, watakushi... Pero como que así no son los perros. Bueno, espero que en el camino uno se venga conmigo y me enseñe a ser su compañero. ¿Aguna sugerencia para que un perrito de la calle se venga conmigo? ¿algún otro animal funcionará?... Mejor sólo que mal acompañado, pero como es de rico estar bien acompañado y no solo...

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* del diario

invasión


A medida que pasa el tiempo perfeccionamos el hecho de conseguir donde dormir. Aunque a primera vista parece una invasión, la verdad es que compartimos con los que nos apoyan. Normalmente, cuando es posible, tratamos de cocinarles, como manera de agradecerles. Emepzamos invadiendo casas de familias, después el cuartel de la policia antinarcóticos, kioskos en la playa, restaurantes, hostales. Ya no hay límite. Además, es como un ataque ninja: en segundos montamos y desmontamos nuestro camapmento, nuestra casa temporal, móvil, efímera. De cualquier techo hacemos una casa y de cualquier chorro una ducha. Un día, camino a Mompiche, llevábamos varios días sin agua dulce. Paramos a tomarnos un jugo en un caserío, El Salto, y cayó un aguacero. Pablo no dudó en sacar su champú y meterse debajo de una canal en el centro del lugar a lavarse el pelo que se acababa de desenredar, después de un mes largo de enredos gracias a unas trensitas de Buenaventura. Después me metí yo con jabón. Me gritaban "lávate bien el culo". Ven y me lo lavas... Y se oían risas escondidas a lo lejos. Al final, nos vamos sin dejar rastro, apenas un sabor en la boca del recuerdo.

Normalmente la gente que nos ayuda es humilde. A los ricos les queda muy fácil decir que no. Tienen mucho que perder, tienen miedo, y no tienen necesidad de ayudar. En cambio los otros siempre dicen "que tal un día un hijo mio por allá, ojalá alguien también lo ayude". Es una manera totalmente distinta de pensar. Este viaje nos a permitido estar más cerca de la gente humilde, trabajadora y conocer su manera de pensar, aprender de su generosidad. Agradecder cuando ofrecen una ducha con totuma diciéndo "hoy sí hay agua". Esto también hace que el viaje sea radicalemtne distinto, no solo a la gente de bus, sino a la de hostal. Se conoce otro tipo de gente, se vive a otro ritmo, a otras horas. Se conoce a la gente del lugar, no a los qu eestán de paso, de vacaciones. Y claro, es más barato. La gente, al verlo a uno llegar en bici, deja de lado muchas barreras y lo invita, comparte. Nos han regalado bananos en la carretera, pescado llegando a un pueblo al anochecer, vino por la mañana en el mercado...


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¿colombiano?

Es raro viajar como colombiano, ser colombiano en el mundo. Aunque por vueltas de la vida, terminé siendo europeo a los veinticinco años, me siento colombiano, y cuando muestro mi pasaporte belga, no me siento del todo verdadero, pero lo es.

Así que cuando viajo, soy un colombiano (siempre lo primero que me preguntan es de donde soy, a todos ¿no? y ese simple hecho crea una imagen inmediata). Me gustaría viajar como nicolas y ya, pero no es posible. Así que hay que asumir el hecho de ser colombiano.

Este tema viene bien en este momento, donde los presidentes quieren hacer una guerra y nosotros, nada tenemos que ver con ellos. Cuando entré en Ecuador, conocí la mala imagen que tenemos ahí. Incluso otros colombianos que viven ahí dicen que hay muchos compatriotas que han ido y se han portado mal, y por su culpa tenemos una muy mala imagen y no nos quieren.

A medida que fui avanzando la cosa fue cambiando. Primero en la costa norte, donde se encuentra la mayor población afro del Ecuador. Ahí se sienten muy cercanos, e incluso muchos dicen que sus abuelos vinieron de colombia (buenaventura, timbiquí, guapí, tumaco). Y de ahí hacia el sur, hacía Manabí, he conocido a muchos que dicen que los colombianos tienen mala fama, pero "a mi me caen bien".

Lo que sí es raro es la etiqueta que uno lleva por el hecho de haber nacido en un lugar. Aunque claro que me siento colombiano, siento que no soy lo mismo que todos los demás, y cuando vuelvo a colombia, me siento muy distinto a la mayoría. Es difícil entender quien es uno, y hasta qué punto.

alforjas





Siempre he viajado con equipajes especiales, pero sin duda este es el viaje donde he tenido el más excéntrico, llamativo y singular de todos: las alforjas de la bici.

Una de las principales preguntas cuando decidimos viajar en bicicleta era cómo llevar el equipaje. Averiguamos panniers europeos, remolques, una tercera rueda donde se guindan las maletas, etc. pero ninguno nos satisfajo, por incomodidad o por costo. En ese momento de obsesión con la bicicleta la vida me atravesó una charla de Alvaro Moreno Hoffman (de quien ya hablé en otro texto de esta bitácora, y quien está en los links). El se había ingeniado una manera de hacer alforjas aptas para nuestras carreteras del submundo, a partir del reciclaje. Quedé inmediatamente cautivado y convencido que eran la solución. Lo contacté y muy amablemente acepto que hicieramos un proceso donde nosotros las fabricábamos y el nos asesoraba en el proceso. Fue así como estuvimos un par de semanas recorriendo bodegas de reciclaje por todo Bogotá, tiendas de aluminio en el siete de agosto, de tornillos, remaches y cauchos en paloquemao, y talleres en el polo y en la zona industrial. Finalmente llegamos a una reinterpretación del modelo de Alvaro que nos dejó satisfechos. Las probamos en dos viajes (uno por los llanos y otro en la isla de mompós) y funcionaron a la perfección. Fue tal el entusiasmo que incluso hicimos una pequeña versión que reemplazó la canasta delantera.

Y ya, con más de mil kilometros encima, puedo decir que han sido un éxito. Son perfectas para viajar por nuestras tierras. Son de bajo perfil, pues los bidones con los que están hechos están en todas partes, en todos los pueblos, por más alejados que estén. La gente las ve y siempre se pregunta para qué llevaremos tanta agua, pues nadie se imagina que se puedan abrir (y eso que ni siquiera el color de la tapa y la base son iguales). Los niños son los que tienen más imaginación: en la Esperanza, un pueblo rural llegando a Ibarra, se me acercó un niño y me dijo que quería un helado. Pensando que quería que le diera plata para uno el contesté que yo también quería uno, que cómo hacíamos, y extendió su mano y me dijo que tenía un dólar. ¡Me lo estaba comprando! En Súa, un pueblo costero, una niña me preguntó si yo era el lechero. Los adultos, en cambio, no pasan de pensar que llevamos agua. Hubo uno, el más atrevido, que nos preguntó que cúal era el negocio que llevábamos. Ah, también hubo otro que preguntó que si íbamos en bicicleta, que para qué necesitabamos la gasolina. No gasolina no usamos, ahora no, hay muchas guerras por ella.

Todo tipo de nombres han recibido: tarros, tarritos, canecas, pimpinas, bidones, pomas.

Los bidones que usamos no son un simple reciclaje. Son hechos de plástico reciclado, y ya han sido usados para guardar jabones, químicos, e incluso gasolina. Ahora, son nuestro equipaje, de fabricación nacional, artesanal, con poco más que un taladro, una remachadora y una segueta.

Son impermeables, fáciles de poner, quitar, y de cargar cuando se quitan de la bici, y además, les cabe mucho más de lo que parece (20 litros cada una).

Ahora, puedo decir que han cumplido su misión, y vuelvo a agradecer a Alvaro, no sólo por el diseño, sino por su actitud desinteresada, buscando una alternativa al modelo capitalista salvaje, apostándole a la solidaridad, al reciclaje, a la experimentación, y a la adaptación de tecnologías extranjeras a nuestro suelo. Si alguien está interesado en este diseño, lo invito a comunicarse con Alvaro (ver links).

También es necesario repetir el agradecimiento a Eustacio y a Edgardo, quienes no sólo nos prestaron sus talleres y sus herramientas, sino que compartieron su sabiduria para llegar a un diseño satisfactorio.

Igualmente Santiago Aparicio, de CycleStock, quien nos asesoró en el tema de la visibilidad y la conspicuidad (reflectivos) y nos proporcionó material de primera categoria para poner en las alforjas.

paul le fou


f: caminando sobre el agua /san agustin

jueves, febrero 28 de 2008
d 66 / k 907

Paul. Pablo. El maestro. El abuelo. El bebe. Jesuscristo. Le fou. El jipi. Hay que decir algo sobre él. Es la cuarta vez que viajamos juntos. Hemos estado dos veces en América, dos en Europa y una en África. Compañero de viajes, compañero de vida.

Esta vez teníamos pensaod suramérica. Medio en serio, medio en broma, le dije que fuéramos en bicicleta, sabiendo que iba a decir que no. Dijo que sí. Y me tocó tragarme las palabras. Y ahora.... estoy aquí.

En San Martín de Loba, en la isla de Mompós, lo convirtieron en Jesús y lo llevaron en carroza por todo el pueblo. La noche anterior una chcia del lugar, gorda, mucha más pesada que él, lo sacó a bailar, para tumbarlo, él se defendió, y fue ella la que acabó en el piso.

En las calles de Bueaventura compró un libro para entenderlo todo: Colombia, mi abuelo y yo. Creo que lo ha leído unas tres veces ya.

En San Agustín quise tomar una foto bastante complicada. Se ofreció a ser mi modelo y complice. Nos tocó hacer unas 30 o 40 pruebas de la foto. Cada intento tomaba 30 segundos de exposición, y él tenía que hacer, corriendo como loco, 5 posiciones en 5 lugares distintos, sobre 5 piedras.

En Portete, una playa cerca de mompiche, lo ví caminar sobre el agua, tengo la foto.

En Cayambe conoció a una francesa, y a la señora que la hospedaba, y le dijo "no sabe de alguna familia generosa que quiera compartir con extraños, y nos de posada", y así no más consiguió donde dormir unos días.

En Esmeralda estuvo un día entero jugando una versión de dominó que inventó en pocos segundos, con toda la familia que nos hospedó. Al final les regaló el dominó. La niña, Esmeraldita, quedó enamorada de él.

Ya en Las Peñas había dejado a María del Carmen, de más de cuarenta años y con cuatro hijos, enamorada de él. Decía que quería un hijo ojiazul. Donde va lo quieren, enamora a toda al gente.

En el volcán de Cayambe, muertos de frío y de la aburrición (no habíamos llevado libro para evitar peso y solo teníamos la cámara y un juego de naipes) se inventó un juego absurdo que duró varias horas, lo necesario para hacer pasar el tiempo en medio de una tormenta que nos impedía salir al glaciar.

Todo lo pierde, y lo que no, lo regala. Y después, todo le vuelve a aparecer. Ha tenido ya 4 sombreros en dos meses. Ha regalado 2 y ha perdido otros dos. Ha tenido dos gafas, ya no tiene ningunas.

A pablo nada le hace falta. En lugar de comprar una bici buena para el viaje, se compró una de segunda en la caracas por cien mil pesos (50 usd), así no más, sin pensarlo mucho, y muy bien le ha ido con ella.

No se toma algo sin antes brindar conmigo, (nada, ni agua, ni jugo, ni chicha ni limonada) no se come nada sin antes desear un buen provecho. Y además, disfruta igual que yo el cocinar y comer delicias.

A veces creo que ando solo y es solo un invento de mi soledad, de mi imaginación, porque es mi otro yo, otro que me complementa, me equilibra, me aguanta, me hace ver el otro lado, me prepara un café en silencio cuando me da malgenio... Pero no, es real, lo sé porque trasciende los límites de mi imaginación. A veces siento que estoy con un abuelo sabio, peor el resto, estoy con un hijo y me siento madre protectora. En fin, excelente compañero de viajes, de sueños, de pasado, de presente y de futuro.

vallejo

"Yo soy como la Maricuela y pienso como ella: pienso que con todo y todo, truene lo que truene, pase lo que pase, venga lo que venga, siempre es mucho mejor estar bien que mal". (El fuego secreto)

Ladrillo. Compañero de viaje. Lazo con Colombia. Eso ha sido Vallejo, Fernando Vallejo. Entre las mil opciones de libros, escogí El Río Del Tiempo, que no es un libro, sino cinco en uno. Toda una vida. Un proceso de vida de este hombre, de este escritor. Vocabulario interminable, escrito con un dominio absoluto de la gramática. Leerlo es un placer absoluto, aunque constata lo mucho que aun falta por recorrer, por aprende,r por practicar. Riqueza de elnguaje, despilfarro.

La gente no entiende como se me ocurre llevar tremendo ladrillo de más de setecientas páginas en bici. Es una delicia, y vale su peso en oro. Pocos pueden montarse en la bici, casi todo sobra. Pero hay que tener una lectura duradera, enriquecedora. Comparto además su amor por Colombia, su odio por Colombia. Con todo estoy de acuerdo. Y encima, me río y me río. Y leo y releo. En los momentos de lucidez casi siempre quiero leer y aprender más. Quisiera teenr muchos más acá, pero por ahora, sólo este me acompaña. A ver si más adelante se me cruzan Saramago y Kapuscinski, Humboldt y los grandes viajeros...

comida y café


sábado 23 de febrero de 2008 *
d 61 / k 907

En general, en el viaje por el Ecuador la comida ha sido muy regular, y el café, de bajísima categoria.

En Ecuador no hay cultura de tomar café, apesar de que sí se produce. Mucha gente lo toma, pero no el verdadero café, sino el instantaneo. Al principio nos resignamos y lo tomamos. Poco a poco empezamos a sentir una inconformidad, y fue claro que el café era el responsable. Desde entonces llevamos una media para colarlo y compramos buen café cada vez que encontramos (preferiblemente colombiano), y nos preparamos nuestro café, estemos donde estemos, al menos, dos veecs al día.

Una decepción fuerte fue en Chuchuví. Teníamos que madrugar para salir temprano hacia Borbón, por una carretera aparentemente peligrosa. Así que organizamos con un comedor que nos tuvieran listo el desayuno a las 630. Nos ofrecieron pescado frito, plátano verde, ensalada y un café negro. Perfecto. Pues no sólo nos tocó esperar más de media hora. La ensalada era cebolla y poco más, y el café ni siquiera era café de lo clarito que estaba...

El peor de los casos fue en Borbón. Llegamos a un típico comedor y almorzamos. Vimos que había una máquina de hacer cafe y nos alegramos. Así que pedimos dos. Lo que pasó es increible. La señora puso el agua, y salió transparente. La sirvió en las tazas y nos las llevó a la mesa y nos pasó el café instantaneo. ¡La señora usó la máquina solo para calentar el agua! ¡Qué depresión!

La comida es arroz y arroz, y si uno está de buenas, plátano. Estamos acostumbrados que si queremos comer rico, lo mejor es conseguir langostinos o pescado con los pescadores y cocinar nosotros mismos. Además, es mucho más barato que cualqueir restaurante. De resto, se ofrecen "platos a la carta", que consiste en langostinos, calamares, o pescado, cocinado de las mismas 4 maneras en todas partes (encocado, apanado, frito, a la plancha), y que generalmente no es tan especial para el precio, o ceviches (muy caros). Estos platos a la carta (también llamados típicos) son una disculpa para que los restaurantes no experimenten y preparen de cualqueir manera un plato trillado. De resto está el menú del día que consiste en arroz, mucho arroz, acompañado a veecs de plátano (que llaman verde), de lentejas, y casi nunca de ensalada. Encima ponen un pedazo de pescado, o de pollo o carne. A veces una buena tajada, a veces un poquitín. Aunque el viaje no permite exigir, si estamos ya cansados de tanto arroz. Además, el desayuno normalmente consiste en el mismo plato. Y comer dos veces al dia tremendas porciones de arroz, termina pesando mucho en el intestino.

Esto se emepora con el hecho que todos los restaurantes son amenizados por el ruido del televisor, así nadie los mire, tienen que estar prendidos siempre. Que mal.

Otra cosa extraña es el banano. Se cultiva mucho en la costa, pero nadie lo come. Se ve hambre en algunos lugares, y no se consigue. Hemos conseguido entre 2 y 7 bananos por 10 centavos de dólar. Es un regalo. Pero a la gente no le gusta, así que no se vende, y a veces es dificil conseguirlo. Lo que tienen, no lo quieren.

Pero bueno, la verdad es que hemos cocinado mucho, delicias, y poco a poco vamos aprendiendo las pocas cosas que nos llaman la atención de la región. Y en general, hemos comido muy bien. Algunos días nos damos banquetes de solo frutas o verduras, y so equilibra un poco la dieta popular.

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*del diario

pedalear escribiendo

Cuando voy pedaleando me vuelvo totalmente lúcido y "escribo" esto en mi cabeza muy fácil. Cuando llego al computador, de afán, de paso, todo se enreda y olvida, y termino plasmandolo de cualquier manera. Quisiera a veces poder grabar mis pensamientos mientras voy montando, pero después el digerir y escribirlo sería aún más difícil. Poco a poco iré aprendiendo a escribir lo que he pensado y digerido, y poco a poco, espero, esto será más ameno de leer (y de escribir).

esta bitácora

miercoles 20 de febrero de 2008*
d 58 / k 907

_bogotá

Escribir esto no ha sido tan fácil como pensé que lo sería... Idealmente tendría un compu y tiempo para escribir, releer, corregir... Pero dependo de conseguir un lugar con computador e internet, normalmente ambos de pésima categoría, con conezziones que se pierden, que no suben nada.

Sé que hay errores, inconsistencias... baches. Pero es que no hay tiempo para estar en esta posición de oficina. La vida pasa más rápido de lo que puedo escribir y no hay tiempo de releer, y menos de corregir, tan solo de plasmar algo así, en borrador. A duras penas alcanzo a tener una idea vaga de lo que quisiera escribir. Pero es parte del ejercicio. Por favor, los que hayan sacado tiempo de pantalla para leer esto, perdonen los horrores que he escrito. Si pueden, comenten, será todo bien recibido. Prometo ir mejorando poco a poco esto que empieza como una maraña medio mediocre ce textos, ideas y experiencias.

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el aeropuerto

miercoles 20 de febrero de 2008*
d 58 / k 907

_aeropuertos de quito y de bogotá

Unos viajan en tren, otros en avión. Yo no voy en tren ni voy en avión, no necesito a nadie alrededor, bueno, sí, unos pocos. Voy en bici.

Pero esta vez vuelvo al aeropuerto. Después de recorrer casi mil kms pedaleando en más de un mes, casi dos, ahora voy a volar mucho más que eso en pocas horas (inlcuyendo las filas y las esperas que se suceden y se repiten). Qué diferente que es viajar en avión. Qué raro que es siempre viajar en avión. Siempre yéndose. Despidiéndose. Encontrándose. Siemrpe con el tiempo en contra.

Qué raros que son los aeropuertos. Alberto trabajó cinco años en el de Quito. De lunes a lunes. Cinco años viendo gente viajar, viendo aviones... Entiendo porque lo dejó todo y ahora va solo en bicicleta. Los aeropuertos son un lugar de espera, lugar de paso. Todos están ahí esperando, nadie va al aeropuerto, solo pasan por él. Todo es adentro, encerrado. No existe la tierra, no existe el verde. Es un lugar antiséptico. Lugar de aire acondicionado con olor. Es un lugar de nadie. Lugar de bienvenidas, de despedidas, de tránsito. Lugar de tristezas, de alegrías, de cansancios. Lugar de sentimientos ajenos. ¿Lugar? Lugar no lugar. Es un lugar global, casi todos se parecen. ¿Qué más es así casi igual en todas partes? ¿Qué otro lugar ha creado la cultura global? El café internet quizá.

En la sala de espera la mitad tiene portatil y está navegando. Ya somos pocos los que leemos. Yo estaría conectado, claro, pero me pareció absurdo llevar el portatil a un viaje en bicicleta. ¿No? Sin embargo he visto a varios que lo hacen. Como que no me cuadra.

Cuando llaman a pasar al avión todos se avalanzan, y se quedan parados haciendo fila. Parecen atrasados. ¿Si tenemos silla asignada, porqué correr? Yo soy de los que siempre espero hasta que se acabe la fila. Igual cuando uno se baja del avión. ¿Porqué se paran como locos a esperar en el corredor del avión? Yo me quedo leyendo hasta que se acabe la fila. Igual hay que esperar la maleta... Si que es rara la gente. Si que me hacen sentir raro cuando viajo en avión. Todos iguales. Vestidos iguales, maletas iguales. Siempre tengo que ser el de la ropa rara, el de la maleta rara. Claro, cómo se puede parecer un ejecutivo o un turista urbano, a alguien que lleva dos meses recorriendo el país en bicicleta. Me imagino que hasta olemos diferente.

Igual, siempre que voy a un aeropuerto, es porque algo bueno está pasando en la vida, en mi vida. ¿O no?

Me voy unos días a Bogotá. Voy al matrimonio de mi primo, a acompañar a mi madre en una operación, al cumpleaños de mi padre, y claro, a muchas más cosas. Será un paréntesis raro. Paréntesis que creo que no nutrirá mucho está bitácora. Y tiempo para poder actualizarla, que muy desactualizada está. Hasta pronto.
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en ecuador no hay subidas

martes 19 de febrero de 2008 *
d 57 / k 907

_quito, ecuador

En la subida de San Jacinto a Quito, para tomar el avión a Bogotá (a donde me escapé unos días por varias causas familiares) entendí porqué en Ecuador no hay subidas. Claro, esta subida la hice en bus y el viaje a Bogotá en avión. Fue muy raro montar de nuevo de pasajero. Pasivo. Se pierde uno de todo lo que está pasando. no sabe ni por dónde va, ni hacia dónde. Pierde la noción del tiempo. No puede parar. No puede ver...

Cuando empezamos el viaje en bici le preguntábamos mucho a la gente sobre el camino, si había muchas subidas, la carretera, etc. Sabíamos que estábamos bajando al mar, así que todo debería ser bajada. Y así nos decían que era, pura bajada. Pero, aunque lo era la mayoría, siempre aparecían subidas durísimas, desmotivantes. En la costa fue igual. "todo es plano". Y aparecían las subidas terribles donde incluso nos tocó bajarnos y empujar.

Ya encontré las dos explicaciones para esto:

Por un lado, como me dijo una amiga, lo que pasa es que en bici todo es subida, y tiene razón.

Por otro, la gente no monta en bici. No saben. En bus todo parece plano. Lo constaté subiendo de la costa a Quito en un día, por el camino que se supone que es más empinado, el de Santo Domingo de los Colorados (ahora llamado Santo Domingo de los Colombianos). En el bus no sentí que hubiera mucha subida, y no la vi. Entre la lluvia, el sueño, la cortina y el vidrio con filtro morado fue poco lo que pude ver de eso que atravesaba. Antes pensaba que me gustaba viajar en bus para ver el camino, ahora me doy cuenta que en bus también es poco lo que se ve. Nada como cuando se camina.

Por eso los motivo a que viaje en bici, a que atraviesen la cordiillera, y no se preocupen que no hay subidas. Pregúntenle a la gente de la región y verán.


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el desayuno: vino de manzana

domingo 17 de febrero de 2008 *
d 55 / k 907.5

_casa eugenia, san jacinto, manabí, ecuador


Cuando íbamos saliendo de Las Peñas, hace ya un buen tiempo, nos gritó un mechudo. Vino a hablar con nosotros y nos contó que también viajaba en bici por Ecuador y practicamente había hecho la misma ruta. Inlcuso, lo habíamos visto en Otavalo, el primer día que salimos. Estábamos nosotros arriba de una cascada y el abajo. Todos con las bicis, pero sólo nos saludamos de lejos. En Las Peñas intercambiamos correos y quedamos de vernos más adelante, pues él recién llegaba. Así pasaron semanas de desencuentros, hasta Mompiche, donde decidímos salir juntos. Después de Pedernales y Canoa llegamos a San Jacinto, dodne sus abuelos tienen una casa.

La se llama Casa Eugenia. Como su abuela. Cuando hicieron la casa ella quiso que se llamara así, que tuviera su nombre. Así que lo pusieron el la fachada y desde entonces se conoce en el pueblo por su nombre. Ahí nos encontramos con Laura, la novia de Alberto que fue a visitarlo unos días. Ahí dejé bien instalado a Pablo mientras yo viajaba a Bogotá por unos días.

Después de una noche de largo descanso nos dimos un buen baño en el mar. Este mar es más fuerte aún que el de Canoa. Acá las olas se alcanzan unas a otras, se chupan y se atropellan. Meterse es una lucha fuerte contra ellas. Pero claro, mar es mar.

De ahí salimos a hacer compras para el desayuno, para después hacerle un bien mantenimiento a las bicis. Queríamos frutas, yogur, pan y café. Así que fuimos al mercado. Ahí empezamos a hablar con la gente, sobretodo Alberto. Eran como las diez de la mañana. De pronto dos señores que se habían tomado unas cinco clubes cada uno (Club es la otra cerveza de ecuador, además de la Pilsener), nos invitaron a una. No acostumbro tomar cerveza con el estomago vacío, peor tampoco acostumbran regalarme, así que porqué no. Después otra. Después nos dieron una caja de litro y medio de vino de manzana del río y media libra de galletas de animalitos. Estabamos a gusto así que accedimos. Cuando se acabó y nos íbamos a despedir para ir por el desayuno, antes de poder hacer nada, nos dieron otra caja de vino. Ya estabamos calienticos y sonrientes. Y otra bolsa de galletas. Mientras tanto charlábamos con ellos. Uno vendía pescado en la plaza. El otro distribuía pescado en la región. Nos contaron sus historias de vida, sus errores, lo que habían aprendido, el amor por sus familias. Fue una charla muy íntima y muy bonita. Cuando se acabó la segunda caja, o mejor, antes de que la pudiéramos acabar nos llevaron otra caja. Ya despuñes de 4 litros y medio de vino decidimos que nos íbamos. "Cómo así, nosotros les habíamos prometido unos filetes de pescado. Oiga, prepáreles estos filetes." Le dijeron a una señora. Así que nos quedamos esperando. Finalmente nos invitaron a almorzar. Llegamos a la casa al atardecer, bastante desubicados y contentos. El mantenimiento de las bicis se ahogó en ese vaso de manzana. Pero bueno, en este viaje, se puede facilmente dejar para mañana lo que no se alcanzó a hacer hoy. No existe la prisa, además, es de mal gusto. Cada cosa encuentra su momento.


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* del diario

suerfear no es tan fácil


f: surfer yo entre las olas

sábado 16 de febrero de 2008 *
d 54 / k 848.5

_canoa, manabí, ecuador

Canoa es otro de los destinos de los surfistas, además de Mompiche y Montañitas. En Canoa nos quedamos en un hostal por primera vez en la costa, pagando. Llegamos a las 9 de la noche, Pablo, Alberto y yo, después unos 95 kms de pedaleo. Llegamsos mojados, cansados, hambrientos, contentos. Conseguimos un lugar para colgar las hamacas, pero al lado de unos baños públicos, y aunque vamos acostumbrados a ciertas incomodidades, no nos gusta pasarla mal. Además queríamos una ducha, secar la ropa mojada, cocinar. De pronto llegamos a donde Cris, una alemana que tiene un pequeño hostal, donde vive una vida muy tranquila. Nos ofreció una cabañita con dos camas dobles, baño y cocina, cerca del mar, a tres dólares cada uno. Era una ganga, no podíamos decir que no. Aprovechamos para cocinar y comer delicioso los días que estuvimos ahí. Nos encontramos con Fani, Romain y Lucila (los primeros franceses, la otra porteña), con quien habíamos parchado en Mompiche. Con ellos cocinamos y surfeamos de nuevo. Fui a comprar vino para la comida, blanco con los langostinos. El tendero me dijo que frío solo tenía tinto, que el blanco estaba al clima. Jeje.

Cris nos alquiló una tabla muy barata y nos fuimos al mar. Pero Canoa no tiene esas olas amables y ordenadas de Mompiche. Quizás porque ahí se encuentran la corriente de Humboldt y la del Niño. En Canoa las olas, además de ser gigantes, de reventar con mucha rabia, destrozando lo que se les atraviese, no son regulares, montan unas sobre otras, revientan de cualquier manera, y vuelven a reventar. Remar contra las olas, para llegar al principio era muy dificil. Más o menos media hora de lucha, para luego poder coger una ola por unso escasos minutos y acabar de nuevo en la playa, lejos de donde uno había empezado, por que la corriente lo botaba a uno mucho más al sur. En parte suerte de principiante, la alegría de la primera vez, quedó sepultada bajo las temibles olas de Canoa. Pero más adelante habrá más olas, más tablas. Es algo que sólo está empezando, esto del surf.

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amarilla [musa paradisiaca]

amarilla    [musa paradisiaca]
"violadora de parajes recónditos, mi [bicicleta] llega adonde no llega el carro o el peatón" (f. vallejo) /

recorrido a través de suramérica [oEste-este]

recorrido a través de suramérica [oEste-este]
actualizado el 29 de marzo '09 en areia branca do rio grande do sul, brasil. recorrido en bici en azul / caminando en negro / en automovil o bus (gasolina) en rojo (el avión por ahora no lo pongo...) en barco por el amazonas azul punteado / paradas a dormir en cuadro negro con punto amarillo (solo sobre el amazonas y brasil. / del ecuador y perú, se pueden ver en entrada antigua (en proceso... como todo)