[ bicitácora en eterno borrador ]

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primero desde las montañas de Colombia, del Perú y del Ecuador. después desde la Amazonía toda hasta el extremo oriental brasilero. París. Sarajevo. Y ahora, Delhi..

nota: Las entradas no están en orden cronológico, pero cada una tiene fecha: 'd' corresponde al día de viaje, siendo el primero -el día del viaje- el 'd 0'.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

ma ganga, himalayas. el camino hacia la luz

maa ganga, aurovalley, rishidwar, uttarakhand, himalayas, india / noviembre, 2010.
 © nicolas felipe van hemelryck 2010.
domingo 20 de noviembre, 2010
d. 83
__aurovalley, rishidwar, uttarakhand, himalayas, india
(Nota: corregido y actualizado en Delhi en este mi último día: d. 87)

El viaje resultó ser —así no más… y nada más ni nada menos— que el camino hacía la luz. Me queda difícil entenderlo y más aún explicarlo. Pero al menos haré el intento. En este caso, por falta de tiempo y dedicación, haré un recuento de las cosas, sin entrar con profundidad en la definición de los términos (como por ejemplo: espiritualidad) así que seguramente habrá contradicciones. Esto es un borrador, un cuaderno de apuntes de reflexiones y percepciones.

Este viaje fue todo lo contrario a cualquier viaje. No lo planeé, simplemente fue un regalo que recibí sin ninguna expectativa y con mucho agradecimiento. Y así fue como viví cada día.

En los viajes siempre he tenido un interés especial con todo lo que tiene que ver con la religión, pero sobretodo con la espiritualidad. Normalmente encuentro que la religión carece de espiritualidad. Crecí en un hogar poco religioso, pero ahora me doy cuenta, espiritual. Cuando digo espiritual me refiero en este caso a la actitud con la que se vive la vida: amor por la vida, positivismo y ganas de vivir en el presente. Por el otro lado la espiritualidad es el contacto con lo trascendental, es la experiencia mística. Y el misticismo no es más que Amor. Si es difícil explicar es porque, citando a mi amiga Marta, la experiencia (sobretodo la experiencia mística) es inefable y no puede ser traducida al lenguaje racional, 'así como leer sobre el agua no puede calmar la sed'.

Como dije, a la India vine sin expectativas, sin objetivos preestablecidos, y así creo que se deben hacer las cosas. En el camino, rápidamente, me encontré visitando templos, muchos templos. La curiosidad por entender diferentes religiones que hay en este país me llevó a estar en centenar (sino millar) de templos, monasterios y santuarios hindúes, sikhs, musulmanes, católicos, bahai, sufis, budistas, jainíes y quíen sabe qué más. Además asistí a muchos eventos y celebraciones religiosas. Para rematar, me doy cuenta que el hecho de presenciar tantas cosas nuevas para mí me puso a leer y a conversar mucho intentando dilucidar lo que estaba presenciando: encontrar los orígenes, lo que había detrás de los ritos.

En muchos casos sentí que muchas de las cosas que estaba viviendo eran más un hecho religioso (ritual) pero que la relación con la espiritualidad se había perdido, a pesar de haber sido el origen del rito.

Todo esto sucedió de manera gradual, y fue difícil darme cuenta que estaba buscando la espiritualidad —que ahora veo que siempre ha estado en mí pero que no había podido entender por falta de herramientas.

Hubo un correo donde mi tío Juan terminaba diciendo: 'Te envío un gran abrazo y te deseo lo mejor en el camino hacia la Luz'. ¿Cual camino hacia la luz? ¿De qué habla? ¿Se equivocó de 'sobrino poderoso'? Si yo simplemente vine a la beca por este y aquel motivo: tomar un curso, hacer una exposición. Sin embargo, en mi interior sabía desde el principio que esas eran meras formalidades y que a la India había venido por otros motivos, que la India me tenía muchas sorpresas. Pero muchas veces peco y no escucho a la intuición.

Luego conocí a Marta por obra y gracia de la Divinidad, del Uno y Todo y Nada, del Ser Supremo, de la Energía Universal, del Amor, eso que no sé si tiene nombre, ni me importa, pero que es todo lo que hay acá y más allá. La conocí por obra del Santo Sufí Harzrat Nizamud-din Awlya que decidió conectarnos. Marta es historiadora, especialista en Misticismo, y ha tenido una gran relación con la experiencia mística. Con ella aprendí mucho de la historia del misticismo. Pero más importante aún, aprendí de la experiencia mística, que no viene de ninguna otra parte que del interior de la persona, no de afuera como otros pensarían. Este aprendizaje se ha dado de manera muy relajada e informal, como una consecuencia natural de nuestra amistad. Gracias al sufismo (el ala mística del Islam) encontré la espiritualidad más allá de las religiones.

Cuando se acabó la beca y salí del Hotel, Mahnmeet, un señor Sikh al que le tengo mucho aprecio y respeto me dijo: 'I hope you find what you're looking for'. ¿Qué estoy buscando? Si simplemente estoy acá y quiero conocer un poco, no vine a buscar nada. Quizá en lo que alcanzamos a compartir él vio que yo estaba buscando.

En mí pequeña religión personal puedo pedir tres deseos al conocer un templo nuevo. A medida que conocía templos (a veces hasta 30 en un día en este el País de los Templos) comencé a cambiar mis deseos por oraciones, a dejar de pedir cosas prácticas para mí y en lugar pedir por los demás, pedir por mi propia 'iluminación'. Así, gracias a dioses que no había imaginado que existieran, más allá de cualquier culto o religión aprendí a rezar. Quizá antes ya había rezado, pero el rezar que me enseñaron el la Iglesia siempre me pareció tan aburrido que nunca pensé que esto era realmente la oración. Y al rezar se abrió un nuevo mundo para mí, una nueva manera de relacionarme conmigo mismo y con el Cosmos, una nueva manera de construirme como persona, de educar la mente, de conectarme con el espíritu y de aprender a vivir. Supongo que esto suena como que me enloquecí y me obsesioné con la religión, pero nada más alejado: aprendí a hablar un nuevo lenguaje, conecté un nuevo canal con la existencia, abrí una puerta. Y esa puerta va hacia la luz.

En Delhi vi a Maa Yamuna (Río Yamuna) como diosa en el Durga Puya. En Varanasi pude ver a Maa Ganga (la diosa-madre Ganges) venerada por multitudes. Sin embargo, en la mayoría de los casos vi ritos y no espiritualidad. Los ríos eran adorados como parte de un rito, pero no había ninguna relación espiritual con ellos, ni conexión espiritual, que yo sí había sentido antes muchas veces, por ejemplo cuando viví casi un centenar de días flotando sobre el Amazonas, durmiendo en él, bañándome en él. Ahora veo que esa relación espiritual se ha repetido sistemáticamente en mi vida, incluso si miro lo más atrás posible, y eso viene seguro del hecho de haber nacido en agua, de haber pasado del líquido del interior de mi madre al agua tibia. (¿Qué más espiritual que hacer nacer, a fines de los setenta, en una fría y parca ciudad como Bogotá, al primer hijo en agua tibia? Por eso estaré siempre agradecido. Y por eso entender que soy agua y que para poder vivir la vida es imprescindible aprender a fluir como el agua.)

Después de haber presenciado esos rituales en el Ganga y en el Yamuna pude bañarme en ellos en lugares muy alejados de las ciudades y de los centros donde se les adora. En sendos baños tuve una conexión espiritual.

El último de esos fue en Rishikesh. También por casualidades terminé viviendo un par de días en un Ashram: Aurovalley, dirigido por el Swami Brahmdev. Ese Ashram quedaba cerca del río y a menos fui a visitarlo una vez al día. Allá tenía el río (que en India es femenino, madre) sólo para mí y podía bañarme desnudo; todos estábamos iguales, el río, las bandadas de pájaros, los árboles, los peces, las vacas sagradas, los elefantes, las líbelulas que hacían el amor.

La experiencia en el Ashram fue muy valiosa por que de todos los momentos 'religiosos' fue sin duda el que buscaba de manera más sincera la espiritualidad. Me gustó y lo disfruté mucho, sobretodo cuando hacíamos Kirtans en la noche.
Sin embargo, siento que no es mi camino.

Ahí hubo dos aprendizajes importantes que coincidencialmente fueron los mismos que aprendí de Raghu Rai.
Primero: el swami decía que uno es su propio Asharm: no hay que irse a un Ashram para encontrar la paz o la divinidad porque el Ashram está dentro de uno. En palabras de Raghu Rai: ''The ultimate guru is sitting in each one of us.''
Segundo: Swami: 'Do your work for the joy of doing it. Connect with your nature while doing it. Offer your work through prayers to the divine and you will be able to do it. The divine will manifest through your work.'
(a partir del trabajo se puede encontrar la divinidad: si se hace el trabajo con amor y entrega, sin expectativas, sin pensar en los resultados, en ese trabajo podrá manifestarse la divinidad. No somos más que vehículos para que la divinidad se manifieste, si así permitimos que ocurra.) En palabras de Sri Raghu Rai: "when you are in a situation, hold your hands and connect with the divine energy, connect with your subject, with the situation, with the divine, with magic, and it will just happen. (Give it time). Don't plan, nature is gifting. Divine energy is limitless. It's us humans that invented god, don't forget that, so we can do anything." Y Swami Brahmdev me dijo: 'If the divine exist, everything is possible'. La divinidad está afuera y está adentro y está en todas partes y es todo, sólo hay que dejarlo ser. La enseñanza de Buda fue: que cada uno haga lo que necesite en su camino hacía la iluminación. Así no más. Sin reglas, sin dogmas, sin ritos.Y eso es lo que trato de hacer, porque sino, ¿qué otra salida nos queda?

domingo, 21 de noviembre de 2010

tren. espichado, muy espichado

lunes 15 de noviembre, 2010
d. 78
__tren jhansi-agra: segunda clase, última clase, india

Un compartimiento de un vagón de segunda clase tiene —según la numeración sobre las bancas— puestos para 10 personas. En este momento vamos 25 y maletas.

Yo ante la dificultad

Me doy cuenta que tiendo a dejar todas las dificultades fuera de lo que escribo, fuera de mi cabeza. Y las las contrariedades son fundamentales en la narrativa, en la historia, en el viaje de la vida. Y este viaje tiene muchas dificultades para lo que un mortal no indio puede considerar normal. No sólo el idioma y el alfabeto, la comida, el tamaño de país, la sobrepoblación, y sobretodo, la comodidad cuando a estándares indios se refiere.

tres indios encima mío

De los 25 en el compartimento —un vagón debe tener unos 6 compartimentos— tengo tres indios encima tratando de descifrar mis garabatos. Soy absolutamente exótico y misterioso para ellos, que ademas gozan de un alto nivel de curiosidad hacia el otro, el diferente. A nadie más se le ocurriría estar escribiendo en semejante apretuje.
Hoy ha sido un día difícil y pienso contarlo para equilibrar mi escritura positiva. Y haciendo esto, entender mi naturaleza que también borra lo malo (y a los malos).

el depresivo

Crecí como una persona depresiva, atormentada por las condiciones de vida, por la realidad, hasta que entendí que 'humano se nace´y que esa depresión sólo servía para atormentar lo que sería mi vida, corta como todas. Supongo que de mi madre aprendí a sonreir a la vida, venga lo que venga. Y del yoga claro, del desprendimiento ante la ineludible impermanencia de las cosas. Cuando hay algo malo, 'tranquilo, se va a terminar, y es lo primero que olvido. Y cuando hay algo bueno 'disfrútalo, se va a terminar'… Como olvido lo malo, no lo registro horas o días después cuando vengo a escribir. En cambio lo bueno lo agradezco y lo engrandezco y lo recuerdo.

el despertar

Hoy desperté a las 6. Tenía un riguroso plan de día (error) que se ha ido desmoronando sin complicación.
Mis opciones eran coger un taxi privado inmediatamente salí del hotel o tomar un tempo (mototaxi compartido) en la ruta Orchha-Jhansi, donde tomaría el tren hasta Gwalior. Viajando me parece poco interesante tomar el camino fácil, caro y efectivo. Creo que me desconecta de la sorpresa, de la realidad, y sobretodo, del ritmo local. Y al viajar es clave entender y sentir el ritmo de cada lugar.
Esperé media hora a que saliera el tempo, tomando un chai y comiendo bananos, como buen primate. En el camino alcanzamos a estar montados 13 personas. Había buena música.

primera segunda clase

Llegué a Jhansi y cogí el tren a Gwalior. Pedí tiquete Sleeper (la que sería 4ta clase) y me dieron de 2nda (la 5ta y última, pues la siguiente es la gente que se apichurra en un vagón sin ventanas marcado 'lugagge'.
Los estándares indios de comodidad, dada la poca afluencia de dinero del porcentaje mayor de este país de más de mil millones de seres humanos, y sobretodo, de esa sobrepoblación, son muy bajos, absolutamente masivos y apichurrados. Y no hay nada que hacer. Así es.
Para mí sorpresa el vagón estaba lleno al punto de que cada uno tenia su puesto, salvo uno que otro que estaba acostado en los portaequipajes, allá arriba.
—No es tan mala la segunda clase como la pintan— pensé.
Mi idea era conseguir un hotel apenas llegara a Gwalior, visitar el fuerte y el palacio y salir al otro día madrugado para fatehpur Sikri, la ciudad-fortaleza-palacio de Akbar.

café

lo primero que hice en Gwalior fue ir a la sucursal del indian coffee house, un restaurante de la cooperativa de trabajadores de café, congelado décadas atrás. Es un lugar que no tiene pierde: desayuno del sur de la India (paneer dosa), café frío para el calor y lassi para más calor.

el desespero

Fuí a cuatro hoteles: dos llenos y los otros dos a 400 y 700 rupias lo más barato. Yo vengo de pagar 70, 100 y 250. Este último fue excepcional en un lugar relativamente bueno. Acá todo es caro y malo, sucio. Mi presupuesto es gastar 600 rupias al días, que sumando compras esporádicas sube a 750.
Una hora después, acalorado y sudado decidí cambiar de planes. Mi interés en Gwalior era más curiosidad y realmente lo que me interesaba era el fuerte de Akbar, 50 km al oeste de Agra. Llamé a un hotelito que me contactaron cerca del palacio: 200 rupias. Vacante. Vendido. reservo.

tres más

ahora tengo otros tres manes encima mío viendo a ver qué tanto es lo que escribo.

continúa

Así que pienso: voy de una, paso la tarde en los monumentos y vuelvo a visitarlos al amanecer y llego a Delhi unas horas antes.

28

Ahora vamos 28 en el compartimento y hay un fuerte olor a baño sucio. De los 28 unos doce tienen una ruidosa conversación en hindi y creo que hablan de mí.

corran

Gwalior no me recibió bien. Una estación llena de gente, calor, hoteluchos y restaurantuchos y todo tuchos. Sucio, tráfico, conductores que se pelean y me aturden para llevarme y yo 'mano, yo camino'.
Volví a la estación. Filas largas y hago una que se mueve sorpresivamente rápido. Llego a la ventanilla y el man no habla inglés. Que pase a la de al lado —'sin hacer fila de nuevo' me hace entender ante mi mirada de reprobación.
Paso y me meto de primero ante sus miradas reprobatorias. Pido un tiquete Sleeper, pero me dice que no que solo vende de segunda y no me quejo ante la buena experiencia anterior.

la espera

me quedo dormido esperando el tren, que llega con una hora de retraso y la gente se tira como bestias a la puerta de segunda clase, sin dejar salir a los que se bajan, pelean, caos. Así que me tiro yo también, peleo, trato de empujar, pero con todo soy el penúltimo en subir. Así que el vagón está repleto. Pienso colarme a Sleeper pero finalmente me resigno a la realidad. Veo un compartimento superior para maletas con sólo dos manes aocstados mientras que en los demás hay 4. les hago señas de que se meuvan. Que no. Que sí. Que no. Otros le protestan apoyándome. Que no. Pienso salirme y colarme a Sleeper pero el tren comienza a rodar. Me resigno y me quedo parado.

Un rato después un man me da su puesto. Pronto se va a bajar. Me siento con dificultad: en la banca para 4 vamos 7. Así que acá estoy sentado en medio de 27 indios, 27 hombres indios, 7 en esta banca, 6 en la de enfrente, 3 en la barra de equipajes, 2 en las sillas individuales, y 6 parados. Me duele y me suda el culo contra la dura silla de cuerina. Me sudan las piernas contra los Indios. Me suda la espalda. Pero voy tranquilo. Así haya cinco manes encima de mí cuaderno, voy feliz. Paciencia…. Ahora, voy a leer un poco.

orchha. mojado

sábado 13 de noviembre, 2010
d. 76
__orchha, madhya pradesh (mp), india

Hoy entiendo que al estar en el agua me desconecto de todo, me desprendo, olvido que estoy en la India e inmediatamente voy en mi mente al agua. Pienso en otros lugares en que he estado sumergido, siento tranquilidad total. Quizá lo que pasa es que me reconecto.
Necesito el agua, siempre la busco y la tengo en mente.
En el agua olvido de donde vengo y a donde voy. Olvido mi nacionalidad y lo que tengo en mente, mi vida.
Me siento tan natural acá en la india, salvo cuando el idioma y las miradas me recuerdan que soy diferente. Y ahora, necesito la comida India. Al mal de estómago lo combato con chile y yogur, y nunca me ha atacado.

sábado, 13 de noviembre de 2010

orchha. templos, palacios y tumbas

sábado 13 de noviembre, 2010
d. 76
__orchha, madhya pradesh (MP), india

Entré a un restaurantico, el último de la calle, el que da al palacio amurallado. En la mesa hacia la calle estaba un alemán que conocí hace dos días en Khajuraho. Hoy estaba con otro de talante alemán. Los saludé y cuando hicieron un gesto para abrirme campo, instintivamente lo ignoré y seguí de largo hacia el pequeño jardín interior. Allá estaba reunida la familia, ya temrinando el día, ocho de la noche. Me invitaron a sentarme con ellos. Me tomé un jugo de naranja y me invitaron a un poco de whisky. Es decir, me invitaron a mucho whisky pero solo acepté un poco. Me dieron también bidis, unos pequeños cigarrillos cafés que fuman acá y que son realmente baratos, tan baratos que no pueod ni hacer el cálculo a pesos. Me dieron de comer distintas cosas que estaban compartiendo. Para terminar pedí un ginger lemon honey. Charlé con ellos un largo rato. Me alegré de no haberme sentado con los alemanes. Esta ciudad (pueblo) me recibe bien.

Estoy en Orchha, 'Esconida'. Es un pequeño pueblo, con la mitad de la población de donde vengo, Khajuraho, entre 5 y 8 mil personas. Casi todos son familias que viven en el pueblo y hay muchos visitantes, peregrinos hindúes que vienen a los templos, sobretodo al de Ram Raja, el único donde Ram es venerado como un rey.

Llegué a las 11. A las 12:30 ya había almorzado, tenía hotel y bicicleta. COnseguí el hotel más limpio de la India, eso sí, el doble de caro de lo que más he pagado, pero los demás estaban igual de caros y sucios, y este es un pequeño lugar, con un jardín interior y con vista al rio.

Lo primero que hice fue coger mi destartalada bicicleta y salir del pueblo. Cogí una carreterita por entre un parque naiconal (en realidad es un bosque bonito, supuestamente con fauna, pero sólo vi vacas, sagradas, eso sí). Ocho kilometros después llegué al rio Yamuna, otro de los principales ríos sagrados de India. Me bañé en un lugar trnauilo, limpio, río de piedras, entre el parque natural. Dormí siesta sobre las piedras. Volví al atardecer y estuve un rato junto al río Betwa, tributario del Yamuna y corazón de Orchha. Estuve un rato frente a las tumbas que hacen famoso este pueblo, edificios de piebra de techos puntiagudos. Pasé por un templo perdido encima de una colina. Adentro, un altar a Shiva, un viejo de barba blanca y una cama de tablas con mosquitero.Por la noche caminé por el pueblo, entre palacios amurallados, templos llenos de peregrinos, sadhus, y viejos, sobretodo viejos. En un callejón, una familia cantando (abuelo, papá e hijo) y el tío tocando el tambor, frente a un pequeño templo al poderoso dios mico, Hanuman. Como público, un perro y tres viejos leprosos. Tocaban música celestial.

Mañana me esperan los templos, los palacios y las tumbas. Creo que sigo pronto de acá, aunque me encanta. Me inivtaron el 17 a un almuerzo, se celebra una fiesta importante del islam y estoy invitado por la familia de la tienda de te en el santuario de Nizamuddin,l asacrificar el cordero y a cocinarlo y compartirlo. Quiero ir.

viernes, 12 de noviembre de 2010

viernes 12 de noviembre, 2010
d. 75
__khajuraho, madhya pradesh (MP), india

Estos dos últimos días fueron días de amistad. Me iba a ir ayer, pero al fin me quedé y no paré. Cada día fueron tres días, es decir, seis días. Uno lo dediqué a los templos occidentales, los más grandes, más completos y más numerosos. Mucho kamasutra, muchos dioses, mucho detalle. Mucho turista. Los japoneses, por no quitarse los zapatos no entran a los templos y se pierden la mitad. Otro día fui con Brajesh en moto a un pueblo cercano, la edad media. Cerca de las montañans 'diente', por la forma y por la piedra blanca. La gente se dedica a hacer el alimento como en la edad media, molinos de piedra, cargando la comida de los animales en carros tirados por buelles, sin luz, agua del pozo... Otro día lo dediqué a ir con Anjul y Katarina, una alemana que se levantó, a pepperghat, un rio alucinant,e verde, de correinte media y continúa, con una pequeñisuma cascada, que más que cascada era un quiebre donde el agua caía unos 5o cms,perfecto para masajearse. Una tarde de nadada, agua, masaje... Otro de esos dos días que fueron seisque parecen ocho, fui de noche apasear con Brajesh, a conversas y tomar té y consumir un tabaco extraño que medio se chupa medio se mastica., Esta mañana, de mañanita, fui al caminar al pueblo viejo, a tomar te. Desde una azotea me mostraron el baño comunal que no es más que un potrero en medio del pueblo, grande, con un muro, de un lado las mujeres y delotro los hombres. Aunque algunos dicen que las castas ya no hay casi, otros me muestran el barrio de los brahamanes, de los chatria, de lsocomerciantes y un poco retirado y más simplón,  el de los chudras, los intocables. Cuando una familia hace una fiesta invita a todos sin distinciuón, pero los chudras no entran, van, reciben la comida y sela llevan a su casa a comersela allá. No pueden comer en los mismo plñatos de los demás. En todas las casas que me inivtan a tomarte no dejan quelave los platos, menos en la de los brahamanes, la casta más alta, que no pueden lavara algo que yo usé y me hacen lavarlo. La gente dice que es terrible esto delas castasm pero me parece igual que en Colombia. Allá también hay intocables. También hay gente que no puede comer en losmismos platyos que otros, gente que como los intocables de acá, tienen los trabajos más 'sucios', como lavar los baños, encargarse de la basura y de los cadáveres. Pero allá también son intocables. Allá también en las casas les tienen su vajilla especial y su comida especial, comida para inferiores. La diferencia es que acá esa sí. Allá no, allá todos somos iguales. Creo que las cosas son iguale,s pero acá son de frente y allá es la doble moral. Quizá allá es más fácil cambiar de clase. Quizás no. Además, Allá no hay nirvana, ya no hay salvación.

nico, bhanti + brajesh, de paseo cerce de khajuraho, madhya pradesh india / noviembre, 2010.  © nicolas felipe van hemelryck 2010
Otro de esos días fui con Brajesh y con Bhanti de paseo. Fuimos a una represa y a dos pueblos en la montaña. En moto. Subimos a un templo deldios mico, el poderoso Hanuman (que no superman, pero más poderoso) en una caverna en la punta de la montaña. Más te, más conversa, más gente mirandome como un extraterrestre. Buenos amigos estos Brajesh (22), Bhanti (15) y Anjul(19). cUIDANDOME COMOA UN MEJORAMIGO DE SIEMPRE, CONSIGUIÉNDOME TODO MÁS BARATO QUE EL PRECIO PARA LOS INDIOS. Invitándome a todo. Compartiendome cada cosa de su cultura. Invitándome a comer en sus casas y a conocer a su familia. Bhanti no tiene mamá. Se fue de la casa a los doce porque no le gustaba conivivir con el maltrato  de su papá alcohólico. Vivió 3 años en la calle. Ahora vive en un hotel. Me dice que es su familia. Allá duerme. Sabe hablar español, peor no lee ni escribe. Hoy lo invité a almorzar. Después me acompañó a arreglar una maleta y él pagó el arreglo.
Otro de los días que queda, ya, me voy a el pueblo viejo, de nuevo, a hacer más fotos.
Tenía invitación a doindeel durto del tiempo, pero como que no hubo más días estos dos dias.
chau
Mañana me voy a continuar el camino, voy a Orchha, inshallah (si dios quiere).

miércoles, 10 de noviembre de 2010

khajuraho. pedaleando de verde

en la entrada de uno de los templos jainistas (tántricos). khajuraho, madhya pradesh india / noviembre, 2010.  © nicolas felipe van hemelryck 2010 (si, yo se, esta fatal el color, pero estoy en un pueblo de 12mil personas...)
Estoy en la tierra del Kamasutra en piedra y ahora descubro quer el kamasutra fue escrito en Varanasi, lo persigo sin saber, quien sabe por que...

Estoy mamado. Me duele el culo de mi nueva silla de bicicleta, tipo inglesa (con resortes, ancha), pero a lo indio (desbarajustada, con problemas de suspensión) como mucho en este país de lo que quedó del British Raj: el inglés, el sistema educativo, el tren, la administración nacional... A pesar del dolor, concentrado en un punto por nalga, estoy tan feliz de pedalear, de rodar, de ser libre de nuevo.

Esta mañana me desperté a las 5 y no he parado desde entonces. Todo el día pedaleando y caminando. Visité unos 30 templos, y 3 deseospor templo, son muchos deseos. En los deseos que he pedido (he pedido por casi todos ustedes) me he vuelto cada vez más espiritual: al principio pedía cosas materiales y prácticas. A medida que esas se cumplían, o mejjor, no se cumplían, y al tener derecho a tantos deseos, cada vez me vuelvo más filantrópico, espiritual, generoso.

Esta mañana fui a los templos que están desperdigaos en el old village. Caminando por los callejones me invitaron a desayunar unas siete veces. Casi siempre un simple chai, pero tuve un par de invitaciones a la cocina a hacer el puri (una especie de chapati pero que se infla al fritarse).

Mañana me voy con un amigo en moto a vistar pueblos cercanos en busca de tesoros de antiguosmaharajas, es su trabajo.

Y sin querer queriendo, sigo conociendo sólo indios, lejos de la peste blancurienta queme hace tener que pasar por simple y aburrido 'turista'. Cada vez soy un poco más indio y hasta ahora he logrado pagar siempre el precio 'indio' en los lugares turisticos que es unas 20 veces más barato (con justicia).

martes, 9 de noviembre de 2010

domingo 7 de noviembre, 2010
d. 68
__sarnath, varanasi, uttar pradesh (UP), india

No lo escribí y ya no creo que lo esriba, pero lo menciono. Estuve en Sarnath, el lugar donde Buda puso a 'rodar la rueda de la verda' cuando dio su primer discureso tras iluminarse unas semanas atrás. Este día nació el budismo como manera de alcanzar el nirvana y dejar atrás los sufimientos. El lugar no es nada del otro mundo (fisicamente hablando), pero tiene una energía especial que me hizo tener allá un muy buen día.

khajuraho. dios está en los detalles

martes 9 de noviembre, 2010

d. 70
__khajuraho, madhya pradesh, india

Llegué a un lugar que se dejó encontrar increible. Khayurajo (khajuraho) es conocido por que tiene unos templos eróticos alucinantes de 1000 años atrás, llamados del Kamasutra. La gente viene acá y entra al complejo principal de temlplos y se va. Llegué con el tren de la mañana. Entré a la estación con el amanecer y conocí a un pelado que me invitó a tomar desayuno en su casa. Luego me consiguió el hotel más barato del pueblo, y la bicicleta más barata del pueblo. Así es, nuevamente ando pedaleando. Me dediqué el día a recorrer el pueblo por delante y por detrás, a perderme. A diferencia de los que vienen de visita, no fui al complejo principal de templos, el único al que hay que pagar entrada. Me perdí buscando unos templos más remotos y descubrí que los pueblos están entre el pueblo viejo, que es realmente viejo. Casas de tierra y de adobe, callejuelas que desde el atardecer se iluminan con pequeñas lámparas como velas (una vasijita de barro con aceite y una mecha) y muchbas puertas abiertas. Adentro, la vida del pasado, en el presente. Altares de dioses, mujeres cocinando, fuego, hombres tumbados en catres. Casi toda la gente me saludaba. Encontré una tienda de un artesano. Trabaja el cobre. Su trabajo consiste en ir de pueblo en pueblo rescatando tesoros de otras épocas, que de otra forma acaban en fundiciones. El los documenta y manda las muestras a centros en Mumbai, Kolkata, Bangalore, y Delhi. Si están interesados le dicen y él hace réplicas con su propia interpretación. Acá no es una tienda, sino un muestrario en la casa de su madre, en medio del barrio, en frente del templo de Brahma. Tiene objetos antiguos increibles: cajitas, candelabros, collares, carteras, ceniceros, todo antiguo, en bronce o aleaciones de metales. Espero poder ahorrar un poco estos días y comprar alguno de los tesoros que tienen. El hombre es muy talentoso. Acá, como existen las castas, hay oficios que se han pasado de generación en generación y alcanzan un graod de maestría impresionante.


Este es el país de los detalles, de las especificidades. Si uno mira de lejos, ve un panorama que algunos encuentran desolador. Pero si uno mira de qué está hecha la cultura, puede no para de maravillarse. La comida es absolutamente rica y variada y para cada plato se usan docenas de ingredientes, y cada comida consta de varios platos diferentes, todos con colores diferentes. Y la gente adora su comida. La ropa, los saris, son de todos los colores, con plateados y brillantes, con bordados. Nunca se ven dos iguales. Y las mujeres se ven absolutamente femeninas y sensuales en ellos, envueltas todas en un largo pedazo de tela que sólo deja entrever su figura, a veces ni siquiera la cara, que se adivina a través de un velo quizá escarlata. Las joyas, los templos, incluso la sreligiones. Algunos dicen que acá hay más de 3 millones de dioses, cada uno con sus historias, mitos, ritos, descendencias. La música también. Hay tanto tiempo detrás de cada cosa, tanta historia ha pasado en esta tierra que en todo existen muchas capas de información y deseo que se sobreponen. Hay una riqueza impresionante, pero no es fácil de ver. El clima es duro, el idioma es difícil, el orden raya a veces lo irracional. Pero si uno pasa por encima de esas dificultades, con tiempo y con paciencia, y se dedica a obviar a los turistas, a tratar a la gente de tal manera que no lo vean a uno como tal ($), no para nunca de maravillarse. La 'modernidad' está tratando de entrar a como de lugar y hay mucha gente en la que se ha perdido mucha de esa riqueza cultural.

En Khajuraho encontré un lugar que me hace feliz. Hay aire puro, hay verde, hay historia, y hay una comundad de gran corazón. EN el hotel donde me quedo hay un niño sin papá ni mamá. Vive en el hotel y trabaja a cambio de comida y dormida. Tiene, si no me equivoco 11 años. Se ve que tiene falta de afecto, pero igual es muy afectuoso y sobretodo inteligente. Nosabe leer ni escribir, porque no tiene plata para la escuela, pero, por ejemplo, sabe hablar español. Dice que aprendió de los turistas, pero sabe mucho como para haber aprendido de paso con los turistas. Bueno, llevo sólo un día acá, así que vamos a ver, a conocerlo mejor.

En el tren de venida conocí a un señor muy amable. Me dio toda la info del pueblo. Me invitó a su casa a concoer a su familia, en especial a su hermano que trabaja como fotógrafo y que hace poco hizo un documental. Después me enteré que es de los duros del pueblo. Metido en política y que es conocido por todos. Claro que iré a su casa.

Me esperan días largos, muhco por vivir y por descubrir. Y poco a poco, iré sabiendo qué irá a pasar, mientras pase.

sábado, 6 de noviembre de 2010

varanasi. tranquilos, es sólo un sueño

en un ghat frente al ganges (maa ganga), varanasi, india / noviembre, 2010.  © nicolas felipe van hemelryck 2010
viernes 5 de noviembre, 2010
d. 68
__varanasi, india

Yo comencé mi día de divali a las 5 am, remando  el ganges, la madre,
(maa ganga).

Row, row, row, the boat,

gently down the stream

merily, merily, merily, merily,

life is but a dream.

Bramha está condenado a soñar al mundo y nosotros a ser su sueño. El
tiempo es sólo una ilusión (maya)  creada en el sueño de Bramha. Cada
día él despierta y el mundo se desvanece y la noche siguiente, al
dormirse, con su sueño, el mundo se vuelve a crear.

Brahma siempre lleva agua porque el universo nace del agua.

Después hice yoga con un gurú bastante simpático y divertido.

Desayuné palak paneer dosa )especie de crepe indio de arroz, con
espinaca y queso)

Al medio día, con el calor, bañé mi cuerpo en el rio dios, nadé.

almorcé del norte de la india, non-veg.

helado de pistacho y azafrán, hmmmmmm.

tarde fde fotos y compras.

Por la noche, en medio de la celebración del divali, me invitaron a
comer los nepalíes del otro dia. Pasé la noche en las terrazas viendo
las luces de bengala.

luces de bengala, divala y ganga

viernes 5 de noviembre, 2010
d. 68
__varanasi, india

Ayer fue Divali (Deepavali o Diwali) y me sentía en casa. Luces de
Bengala por todas partes. Por primera vez entendí lo de las luces de
bengala. Acá se llaman Bengal Lights y claro, hacen referencia a
Bengala, la región de la India vecina a Bangladesh. Y de ahí vienen
las luces de bengala. Y de ahí también el tigre de bengala que me
obsesionó en mi niñez. ¿Porque un tigre y unos fuegos artificiales
tienen el mismo nombre?

Dipavali viene del sáscrito por 'fila de luces'.Se prender muchas
velas (que no son velas sino pequeños recipientes de barro con aceite
y una mecha) para simbolizar el triunfo del bien sobre el mal. En
Divale se conmemora el regreso de Rama con Sita y Lakshman del exilio
de 14 años y de su victoria sobre el rey-diablo Ravana. La gente de
Ayodha, capital de Rama, ilumin´`o el reino en tiempo inmemoriables
con un sinnumero de luces y desde entonces se hace en todas las
poblaciones hindúes del mundo que lo tienen como festivo: India, Nepal
(que es de mayoría Hindú y no budista, como yo, ignorante, pensaba),
Sri Lanka, Myanmar, Mauritius, Guyana, Trinidad y Tobago, Surinam,
Malasia, Singapur, y Fiji.

La gente hace puyas (rezos) en los negocioso con todos los juguetes:
guru, aceites, comida (frutas, dulces, etc) velas, inciensos, para
asegurarse que el año que viene (este dia marca el comienzo del año
comercial) será fructifero. Pronto fotos de uno de estos simpáticos
rezos en un local.

viernes, 5 de noviembre de 2010

la vida

Birth, and copulation, and death,

That's all, that's all, that's all, that's all,

Birth, and copulation, and death.

t.s. elliot

jueves, 4 de noviembre de 2010

varanasi. por comer como nepalí

jueves 4 de noviembre, 2010
d. 67
__varanasi, india

Caminando por el callejón de mi barrio, el bengali tola (callejón bengalí) me encontré a los franceses. Fuimos a su hotel para conocer el camino y no perdereme mañana de madrugada, para el paseo en bote al que me invitaron. En el camino encontramos a un músico que iba a tocar en 15 minutos. Según dicen es muy bueno, un trance. Toca sitar. Les dije que iba a hacer una vuelta y vlvía en un rato. EN el camino paré en el café nepalí en la esquina del hotel, quizá el lugar donde mejor me han atendido. Entré y pedí un sanduche de queso de yak y una sopa de ahuyama y un lassi. Cuando acabé y salía para el concierto, uno me llamó a la mesa donde siempre se sientan ellos me dio que quería conocerme y que conociera a la gente de nepal. Me preuntó si había estado en Nepal y le dije que no. El día que me enteré que eran nepalís pedí comida nepalí. Me dijo que me vió y que comía como los nepalís. Le dije que lo había aprendido de los bengalís, que no es tan cerca pero también comen con la mano (el arroz, sí). Así que se vio aún más extrañado que supiera comer como nepalí sin haber estado allá. "Comes iual que nosotros en Nepal", así que aprendí bien, pensé.

Nos pusimos a conversar. Cuando él tenía 14 años lo ñunico que hacía era pelear. Por que sí y por que no. Le hervía la sangre y necesitaba pelear. En Nepal los hermanos son responsables por lo que hacen los otros hermanos. Así que sus hermanos, para que no siguiera por ese camino, lo mandaron a trabajar a Varanasi lavando platos. Me dice que la primera vez que se bañó en el Ganges sagrado sintió que la sangre se le enfrió y nunca mñas quiso volver a pelear. Varios años vino en temporada alta a la India (Varanasi, Rishikesh) a trabajar y aprendió el maní de los restaurantes. Así que decidió abrir un lugar en Varanasi: Shiva Cafe & German Bread Bakery. Son inteligentes estos Nepalís. El lugar es un éxito. Le dije que desde la primera vez que vine y me atendieron tan especial quise volver siempre. Me dijeron que me trataban como yo los trataba. Pues este hombre tiene 30 años. Lleva 6 viniendo en temporada alta a Varanasi, 7 meses al año. Vienen un grupo de 13 de Nepal, son compañeros de trabajo, pero se quieren como si fuera familia, me dijo. A él le enseñaron cuando era chico a trabajar bien, y hacer las cosas bien y estar feliz, y que lo aprendió lentamente y es lo que hace y lo que les enseña a los que vienen a trabajar con el, "mis estudiantes" los llama. COnversamos un buen rato de la vida, de la familia, de la amistad, la religión (cuando voy a un monasterio budista, soy budista; cuando voy a un mandir -templo hindú- soy hindú; si voy a una iglesia soy cristiano... me dijo, y le contesté que así era yo también), el amor, el dinero, la vida y la muerte. No puedo extenderme porque me miran rallado que ya van a cerrar.

El caso es que me dijo que quería invitarme a comer como un nepalí, con ellos, cuando ya no reciben más clientes. Así que mañana en la noche estoy invitado y comeré como un nepalí, con la mano, y seré su invitado de honor. Me voy a dormir contento. Chau.

desde alter do chao

"Dizem que tudo o que buscamos também nos busca e, se ficamos quietos, o que buscamos nos encontrará. É algo que leva muito tempo esperando por nós. Enquanto não chega, nada faças. Descansa. Logo, tu verás o que acontece enquanto isto.” 

yanna seabra

varanasi. me iré queriendola

jueves 4 de noviembre, 2010
d. 67
__varanasi, india

Las casualidades nuevamente me indican el camino. Cuando venía a la India Catalina Holguín, vieja amiga (que no amiga vieja), se enteró y me escribió recomendando un tal Orchha: 'creo que le puede gustar'. Era medio lejos a los destinos pensados (turísticos), así que no le paré bolas. Después Yanna, mi amiga que vive en medio del Amazonas brasileor me recomendó los templos eróticos de Khajurajo. Era lejos, y no paré bolas. Hace pocos días Olivia, una francesa que vive en India hace 12 años me escribió recomendando Madhya Pradesh, un esado en el centro de India, y especialmente Orchha. Veo el mapa y tanto Khajurajo como Orchha quedan camino a Delhi desde donde estoy. Voy a estenar línea de tren directo. Allá habrá mucho verde, ruinas importantes y desconocidas hindúes, budistas y musulmanas, rios y cascadas, y mucha gente  hermosa, hospedajes inesperados y comida interesante. Y pocos turistas. Así que una vez más hecho a andar. Acabo de comprar mi tiquete de tren (one way) Varanasi-Khajurajo, sleeper class, la segunda más baja de las 5 que hay. Nuevamente paso la noche rodando, nuevamente el viaje, y amanezco en un lugar que dejaré que me sorprenda. Eso sí, ahí sí que extañaré a Clea.

Me voy queriendo Varanasi. A pesar de sus cosas malas (los malditos  turistas...) es una ciudad-pueblo encantador. Es un pueblo sagrad en medio de una ciudad, y aunque juntos, no se meten el uno con el otro. Hay que atravesar una especie de filtor para pasar de la ciudad al pueblo. En el pueblo no hay carros ni motos, salvo unos locos que las meten por callejuelas imposibles, hay botes a remo, un rio gigante, sol, poco verde, amanecer alucinantes, rezos, ritos  y buscavidas. Gente de toda la India que viene a darse el baño sagrado, viejos que vienen a morir para salir de la eterna y penosa cadena de encarnaciones qe es nuesta  existencia.

Hoy conocí a una pareja de franceses, mayores, con hijos de  mi edad. Los conocí en la casa del extraño viejo gurú que solo tiene un ojo, o tiene dos, pero el otro es una boila grande, gris y viscosa. Simpatiamos. Mañana me invitaron a paseo en barco de remos para ver el amanecer (y hacer fotos como loco) haré yoga con el señor (a ella le pareció sucio) y el viejo gurú, y lugo haré mas yoga con el joven. Espero que mi gripa me deje pronto.

De resto, me he dedicado a comer comida india como loco, aunque mi apetito se ha visto muy reducido, y como la mitad que en delhi, o quizás almuerzo como cerdo y quedo listo, quien sabe.

Sigo leyendo a Octavio Paz y no dejo de maravillarme con el tipo, que brillantez. Entre tanto leo a Khabir, leo sobre Amir Kusrú, y algunas otras cosas.

Detrás de mí pasa una multitud cantando y aplaudiendo al ganges, maa ganga, cual currulao. Sonrío.

Mierda, comienza la cuenta atrás, como odio viajar con fecha de regreso... regreso a Bogotá. Será un buen regreso... será divertido.

_____________________________

I've been lost and found and again lost and found many times in the ghats. Shiva (to call the One with one of his names) tested me. First I loved Varanasi, it opened the doors and I decided to say the whole month. You know the kind of things that happen to me> the first day I got free massage (6 hands on me, free boat trip, got  a perfect house...). Then, 4 days later I hated it. So shiva spoke to me next day through two persons, and I found peace and decided to stay. The coincidences made me decide to leave. I will visit some places on my calm return to delhi> khajurajo, orchha and gwalior, and hopefully also fatehpur sikri. No much turists on the way (i'm sorry but i hate them), and green, rivers, ruins, bicycles (yeah) and surprises.

I will not rush and will get to delhi with time

varanasi. orejas peludas

Hay unos señores Indios sin un pelo en la cabeza y con las orejads absolutamente peludas. A todos quiero tomarles fotos, pero me da risa pedirles el favor. En el fondo, sé que de viejo tendré también pelos en las orejas y los niños  se reirán de mí.

varanasi. mi sueño en las escalinatas

lunes 1 de noviembre, 2010
d. 64
__varanasi, india

Estoy en Varanasi, antigua Kashi, ciudad sagrada de Shiva. Estoy en el sueño de las escalinatas, pero mi sueño es muy distinto al que  tuvo Zalamea hace 50 años, de espaldas al rio. Yo no le doy la espalda, lo miro de frente y le doy la espalda a los templos y los palacios. Quizá es lo que él hubiera querido hacer.

Una vez más, sin saberlo, mi madre traza la ruta. Por ella conocí hace años (década y media) el Sueño de Zalamea. nunca supe que era en la India ni mucho menos en Varanasi. No lo entendí bien, me pareció demasiaod fantástico. Ahora, estado acá, ya viejo, lo veo tan claro.

La ciudad es tal cual comoi él la pinta. La describe con palabras mejor de lo que nunca podré. Recominedo que lo oigan de su propia voz (AUDIO______________). Espero poder bocetearla con imágenes y llegarle a los talones. Aparte de la ambientación de la ciudad, la crítica y el grito que da al mundo lo entiendo, pero ya soy de otra época, ya no grito con él.

A continuación les dejo el principio de su plegaria, donde ambienta la ciudad, a su manera:

El sueño de las escalinatas (jorge zalamea)  (oir acá)



1

Como los lectores de libros sacros, los pregoneros de milagrerías y los loteadores de paraísos y nirvanas, también yo he de sentarme de espaldas al Río, frente a las escalinatas plagadas de creyentes y obsedidas de dioses vivos y muertos; frente a los Templos de ladrillo y cobre sobre cuyas escamas la luz hierve y crepita; bajo los empinados Palacios en cuyas azoteas cunde la algarabía de los monos.

También yo he de llamar a los creyentes para que formen corro en torno mío, y me escuchen.

Pero no he de leerles milagros de dioses, ni hazañas de héroes, ni amores de príncipes, ni prover-bios de sabios. Pues respondiendo a lo que viera el ojo, el duro brazo de la cólera arrebató el libro abierto sobre mis rodillas y los destrozó contra el viento. Y ahora el viento dispersa sus hojas sobre el Río, como ahuyenta el huracán a una bandada de pájaros de mal agüero.

¡Ah! he repudiado el libro.

He abolido los libros.

Sólo quiero ahora la palabra viva e hiriente que, como piedra de honda, hienda los pechos y, co-mo el vahoroso acero desenvainado, sepa hallar el camino de la sangre. Sólo quiero el grito que destro-ce la garganta, deje en el paladar sabor de entraña y calcine los labios profirientes. Sólo quiero el len-guaje del que se hace uso en las escalinatas.

Pues tengo el designo, ¡oh, creyentes!, de abrir audiencia aquí, sobre las escalinatas, de espaldas al Río, frente a los Templos y bajo los Palacios.

Designio de incoar un proceso - el vuestro -; de armar un alegato - el vuestro -; de reanudar, fo-mentar y dirimir la más antigua querella - la vuestra.

Apelo a vosotros, ¡creyentes! Necesito de vosotros y de todos los seres de condición contradicha.

He aquí, pues, mis citaciones a esta audiencia:

En primer término, cito a los hongos humanos que proliferan sobre las escalinatas o agonizan en ellas:

Esculturas vivientes, gesticulantes y gimientes que abren avenida hacia la abierta sala de nuestra audiencia:

El adolescente epiléptico que hace precipitar el ritmo de las plegarias con su alarido de entusias-mo y su bramar de espanto;

el enano que salmodia su irreparable mendicidad bajo el lujo su enorme turbante amarillo;

el paralítico que, con sus tablillas ambulatorias, remeda sobre la sorda piedra la invitación de las castañuelas a la danza;

la leprosa que, mendicante, púdica, coqueta, desesperada, exasperada, cierra o hace flotar el vuelo violeta de su manto sobre su desleída carne gris;

el niño que pone al sol los coágulos azulencos de sus ojos descompuestos;

el hermoso mozo mutilado por sus propios padres para que la muda y nuda plegaria de sus mu-ñones le garantice el pan de cada día;

el demente,
el sifilítico,
el calenturiento,
el idiota,
el varioloso,
el pianoso,
el tiñoso,
el sarnoso,
el caratoso,
el tuberculoso,
y toda la horda innumerable de los consuntos.

Que vengan aquí, que se acuclillen en primera fila, muy cerca de mí para que su yerta brasa haga borbollar las palabras en mi pecho hasta que broten de él lenguas de fuego.

Pues quiero desatar un gran incendio.

Doy luego precedencia en mis invitaciones a las gentes que viven un poco más allá de las escali-natas, detrás de los Templos y los Palacios:

las muchachas que acarrean las arenas y reciben en pago de su afán minúsculas hojuelas de esta-ño;
los vendedores de leños para las piras funerarias;
los vendedores de tierras de colores para los tatuajes de la casta y el rito;
los vendedores de rosarios de sándalo, nueces o vidriería, que amansan la ira e inoculan la resig-nación;
las niñas que venden guirnaldas para adornar las esquivas gargantas del Río;
las niñas que venden diminutas almadías de paja con dos velillas encendidas para ofrendar al Río;
las solitarias abuelas varicosas que exponen con tímido orgullo, sobre un pingajo de saco, seis nueces, cuatro pimientos rojos y un mango marchito;
los escribanos que copian la letanía de las miserias iletradas; de la madre que busca al hijo para que le dé un sudario; de la niña abandonada que no quiere perder el cielo del pecho de su amante; del jornalero que clama contra una justicia de expropiadores;
los vendedores de tortillas;
los vendedores de especias;
los vendedores de hojas de batel;
los vendedores de buñuelos en que arraciman las abejas;
los vendedores de emplastos;
los vendedores de pájaros;
los vendedores de bálsamo y laxantes;
los vendedores de ceniza;
los vendedores de sal;
los vendedores de agua...

¡OH delirante confusión del comercio de las cosas nimias y necesarias! El comerciante cuenta en fracciones de céntimo sus ganancias y el comprador irrita su propia hambre con un puñadito de garban-zos o recontados granos de arroz.

Que abran el parque de los profetas y los dejen venir hasta mí, con sus salientes ojos alucinados, sus arremolinadas greñas, sus barbas cundidas de piojos y sus inciertas piernas de abrios de Dios. Que los dejen llegar hasta nosotros, pues necesitamos su testimonio. Su demencia corrobora nuestra razón y sus palabras nuestro designio.

¡Crece, crece la audiencia! Hay ya silbos de llama en la brasa.

¡Que vengan también el herborista y el sacamuelas; el botero y el guía; el alfarero y el tejedor de mimbre; el astrólogo y el sastre; el homeópata y el acumputurista...

que vengan las mujeres que trituran las piedras al borde de las carreteras;
los ancianos que rasuran el vello amarillo de la tierra cercana;
el niño tuerto que teje los saríes de púrpura y de oro;
los hombres que tiran de los carros cargados de grandes vasijas de gres;
los encantadores de serpientes;
los colectores de boñiga;
los cornacas;
los hombres que cuidan de los monos en los templos olorosos a orina y benjuí;
los remendones de babuchas;
los pastores adolescentes de jabalíes y búfalos;
los barberos que, en cuclillas, rasuran y tonsuran a sus clientes entre las ruedas locas de los ricks-haws;
los mozos de tiro de los rickshaws;
los ganímedes de leche de coco;
los trenzadores de cuerdas;
los basureros y los recogedores de colillas;
los esquiladores y cardadores;
los camelleros y burreros;
los poceros y los pregoneros;
los estafetas y las plañideras;
la mujer que tuesta los garbanzos;
la que cuece el arroz;
la que sabe parar los flujos;
la que maquilla a la niña impúber;
la casamentera y la amortajadora;
los que baten el cobre, los que graban el cobre, los que nielan el cobre...
y los incineradores de cadáveres,
¡y las parteras de la miseria recién parida!

¡Oh lancinante algarabía de los humildes menesteres! Y de los bajos oficios. ¡Oh inacabable ne-cesidad de las manos que ofrecen su trabajo! ¡Oh codicia fatal de las manos que reciben el trabajo!

¡Crece, crece la audiencia!

Que vengan todas las gentes de sudor y de pena de Benares, y me den todas ellas su venia para ci-tar a los campesinos rebeldes de Hayderabad;

a los artesanos maldicientes de Jaipur;
a los tasadores de basuras de Bombay;
a los pescadores acongojados de Madrás;
a los pastores de Cachemira;
a los choferes de Delhi;
a los tejedores del Deccan;
a los leñadores del Punjab;
a los colectores de cadáveres de Calcuta...

Que vengan todas las gentes de sudor y de pena de la India, pues plantearemos un gran pleito y fomentaremos una gran querella con su asentimiento y testimonio.

La audiencia es entre el Río y los Templos; sobre las escalinatas y bajo los Palacios. Sin es-perar la tarde: bajo el colérico sol que denuncia hasta el hongo en la axila del notable.


2


Detrás está la ciudad: henchida, clueca, erizada de cúpulas, minaretes y terrazas, empollando sus muchos siglos; rumiando su pasado, tal una vaca bajo el bordonero de los tábanos; pasando y repasando su rosario de soles y de lunas como un fakir encenizado; censando sus caudillos, sus khanes, emires, emperadores y gobernadores; empadronando sus hechiceros, sus brahmines, sus lamas, y sus imanes; haciendo balance de invasores y contabilidad de lenguas; recitando crónicas, anales y memorias de pestes, incendios, deslizamientos, inundaciones, terremotos, tifones, sequías, guerras y hambrunas; suputando sus muertos que descienden hacia el Río e inventariando sus recién nacidos que suben hacia el hambre.

En la confusión de los elementos – cuando el aire, el fuego, las aguas y la tierra eran un común hervor -, surgió del légamo el lígam legatario y esparció su quemante esperma, confirmando las incier-tas riberas, dando cauce al río y engendrando la ciudad.

Unas cuevas en las escarpadas orillas, unos montoncillos de adobes más arriba, tal fue su origen, su remoto comienzo. Y la necesidad rondando desde entonces, en torno, como ocelada fiera.

Su rumia secular le repite a la ciudad el sabor de los sudores iniciales, la quemadura de las prime-ras lágrimas; el hedor de las primeras negras sangres humeantes.

Fermentación bajo el sol altanero; proliferación sobre el humus del río. Y el infatigable conato del hombre de reproducir sus manos pedigüeñas y su boca insaciada. Y su precipitado corazón.

¡Ah! Rumia la ciudad sus gemidos de parturienta permanente; ora pariendo fosos y murallas; ora pariendo fuertes y fronteras; ora pariendo mezquitas y pagodas; ora pariendo palacios y vanas tumbas. Toda cosa parida – hermosa, grandiosa, fabulosa- envuelta en la amarilla placenta del hambre.

Vientre cuyo flujo no reconoce tasa ni peaje, en el impudor de su celo milenario expele genera-ciones como vastas ovadas de renacuajos y pone esos huevos cósmicos bajo cuyo esculpido dombo se refugian los dioses y tratan de recalentar los hombres y la yerta metafísica del hambre.

Indiferente al destino de su criatura, adorna su gran cuerpo polvoriento con pulidos falos de pie-dra, de madera, de cobre, de hierro, de oro...por su eterna herida supurando generaciones necesitadas.

A cada vuelta de siglo, se hacen más distintas en el clamor de sus criaturas palabras, quejas, ge-midos, gritos, alaridos de hambre, reclamos de justicia y de paz. Los siente en sus flancos como breve quemadura, como fugaz herida recurrente. Y se voltea sobre su propia desazón tal una barcaza abando-nada de tumbos sobre la ola contraria.

Sobre la rumia de la ciudad, el cielo azul, impasible, surcado por el vuelo místico de las apsaras y el vuelo escandaloso de las guacamayas.

Manan los hombres de la ciudad hacia el Río; se vierten por las escalinatas como una lava lenta y escabrosa; extraviado cada uno en un sobresaltado ensueño de viandas humeantes y divinos visajes.

Consolación de los colores: el incierto, el inquieto descendimiento de la muchedumbre por las graderías, se afirma e ilumina con las rojas trenzas de un turbante, los pliegues de un manto amarillo, los visos de un sarí violeta, el breve vuelo de un velo verde y la vasta palpitación de un gran lienzo blanco entregado al mudo furor del viento.

3


Ya estáis aquí, creyentes, en torno mío, poblando las escalinatas.

(pueden conseguirlo completo en intenet)

miércoles, 3 de noviembre de 2010

la comida

"La comida, más que las especulaciones místicas, es una manera segura de acercarse a un pueblo y a su cultura"
Octavio Paz, Vislumbres de la India

Y eso hago, dia y noche.

Quizá por eso los invisibles 7 kilos de más (los pantalones me quedan bien)

varanasi. Dios me da señales

miercoles 3 de noviembre, 2010
d. 66
__varanasi, india

siempre me pasa lo mismo, vengo emocionado a escribir con emoción, reviso primero el correo y después de par de horas de pantalla pierdo la emoción. así que no me demoro.

hace poco conocí a un viejo por casualidad, buscando donde hacer yoga. pero al fin era como caro y decidí no.

el lunes madrugue y me desperte de malas pulgas odiando al mundo y varanasi, el hinduismo con sus piedras "esta piedra es dios... y esta otro dios..." y a los turistas. decidí irme de varanasi. un mal dia tuve
el martes vi lo último que iba a ver y me fui a internet a ver a dónde me iba. Me sentí como un loco mirando fotos de los lugares más recónditos de la India a ver a dónde me iba. al final decidí irme a Rajastán, el lugar más fotogénico y más turistico, en especial en este mes.

fui a un restaurante me atendieron super mal, pedi una dosa de coco, y me trajeron de cebolla, le dije al man y me dijo que me podia ir y no pagar, le dije que no, que me habia dicho que de coco, el coco se acabo, y me ofrecio una de papa, la acepte y me la comi, al final le pague y me dijo 'you are always welcome in my restaurant', fue lindo

Pensé comprar el tiquete en una agencia que vi para evitarme la ida al terminal. En el camino, ya contento con la comida, me encontré al viejo, muy sonriente me dijo que qué bueno verme, que le había caído muy bien, que sabía que era una buena persona y que estaba bienvenido siempre en su asa y que no tendría que pagarle, que quería que fuera. Claro, decidí quedarme en Varanasi, no fue una casualidad.

Estoy bien ubicado, en una casa en un lugar inmejorale con vista alucinante y extremadamente barato (hoy no hablo de lo malo). conozco ya a variso Indios de la región. tengo restaurantes bengalies y de andhara pradech muy cerca 8soy el unico no indio que come ahi) y a unos de nepal demasiado amables. me siento cansado, no quiero correr, quiero leer y relajarme y hacer y trabajar hacia adentro. Hoy conocí a un joven que me dio yoga particular en un lugar con vista al rio y muy barata. seguiré aprendiendo con él. mañana voy a hacer yoga con e viejo del otro día, un viejo que solo tiene un ojo. Viene divali, fiesta tradicional equivaente a navidad. a ver si voy a sarnath, donde el Buda dio su primer discurso.

acá tengo el tiempo que no he tenido hace años. Puedo hacer fotos, el lugar es muy sugestivo, puedo leer y leer, un poquito escribir, hacer yoga, y comer comida india (buena, pero no el nivel que tenía en delhi). y todo es baratísimo. voy a usar este tiempo en trabajar honestamente en mí.

Varanasi tiene dos turismos fuertes que se yuxtaponen: los blanos y japoneses armados de cámaras y los indios que vienen a sus rituales sagrados. Son más los indios, pero los otros molestan más.

Acabo de recibir el correo de una amiga de Delhi que vive hace años en la india (12) y me recomienda unas tierras cerca de acá, con rios, naturaleza, tribus, ruinas y pocos turistas. voy a pedalearlo, creo que voy, me queda además casi en el camino entre acá y dehli.

me voy por un lemon ginger honey, y a leer y a dormir.

una cosa más que me encanta de varanasi: puedo andar de pareo todo el dia y parezco local. ahhh, delicioso. Me dcien mucho por ahi que parezco indio, pero si lo dicen es porque de verdad no parezco, ¿no?

Prueba

Su piel es azafrán al sol tostado,
son de gacela los sedientos ojos.

-Ese Dios que la hizo, ¿cómo pudo
dejar que lo dejara? ¿Estaba ciego?

-No es hechura de un ciego este prodigio:
Es mujer y es sinuosa enredadera.

La doctrina de Buda así se prueba:
nada en este universo fue creado.

Dharmakirti, finales siglo vii
versión de Octavio Paz

amarilla [musa paradisiaca]

amarilla    [musa paradisiaca]
"violadora de parajes recónditos, mi [bicicleta] llega adonde no llega el carro o el peatón" (f. vallejo) /

recorrido a través de suramérica [oEste-este]

recorrido a través de suramérica [oEste-este]
actualizado el 29 de marzo '09 en areia branca do rio grande do sul, brasil. recorrido en bici en azul / caminando en negro / en automovil o bus (gasolina) en rojo (el avión por ahora no lo pongo...) en barco por el amazonas azul punteado / paradas a dormir en cuadro negro con punto amarillo (solo sobre el amazonas y brasil. / del ecuador y perú, se pueden ver en entrada antigua (en proceso... como todo)