[ bicitácora en eterno borrador ]
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nota: Las entradas no están en orden cronológico, pero cada una tiene fecha: 'd' corresponde al día de viaje, siendo el primero -el día del viaje- el 'd 0'.
jueves, 9 de abril de 2009
camamo. el ritual gastronómico de tadeo lubambo
sábado 4 de abril, 2009 *
d 466 / k 4042
_tibau do sul, rio grande do norte, atlántico nordeste del brasil
La cita era a las 21:00. Nos esperaban máximo hasta las 21:15. Pero qué es la puntualidad, si sólo vamos a comer...? El resaurante, dijeron, queda en una hacienda a tres kilometros del pueblo de tibau do sul.
-Vienen en carro?
-No, en bicicleta.
-En bicicleta? pero sí saben como funciona? son ciento cincuenta reales la comida, y las bebidas son aparte.
-Todo bien.
Para no ir a llegar tarde y quedarnos sin comer, salimos con mucho tiempo. Llegamos a las 20:30 y los sorprendimos apenas organizando el templo. Aparentemente sólo habóa cuatro comensales esa noche: dos mesas con manteles de seda en el proche de una casa hacienda a la antigua, decorada con todo tipo de cosas: lámparas de todas las formas, objetos exóticos creados por la natrualeza, plantas especiales, y todo tipo de artesanias.
Nos sentaron en una salita en el corredor lateral mientras organziaban el lugar. Nos sirvieron caipiroskas: a pablo en su mecedora una de vodka con ombucajá. A mí, en mi hamaca una de vodka con gobiraba. Las dos frutas ácidas y gustosas. Mientras nos las tomábamos vios como prendian las 300 velas que decoran el lugar, desde la carretera hasta las mesas. Encendieron la iluminación de los jardines. El olor del incienso se mezclaba con olores a limón, canela y vainilla. Vimos como llegaba el chef justo antes de las 21:00. Jazz. Se despiertan los sentidos mientras las chicas se visten de negro.
Entonces viene la anfitriona muy elegante y muy formal, nos dice que los otros dos cancelraon, que seremos los únicos, y nos invita a esa experiencia de la mano del fotógrafo y cocinero tadeu Lubambo. Que extranho, tiene nuestas dos profesiones. Nos invita a entrar donde el nos va a recibir.
Entramos en una sala decorada con un sinnúmero de extranhezas. entre ellas, una serie de fotografias de una comunidad indígena en la selva. Llega Tadeu chef dos estrellas de la guia cuatro rodas), nos saluda emocionado de saber que no sólo tenemos sus dos oficios, sino porque somos los primeros clientes que llegan en bicicleta. Nos cuenta sobre las fotos: fue el primer blanco en estar con esta comundad en el estado de roraima, en 1984. Nos invita a un viaje gastronómico. El tambien aprendió a cocinar viajando.
Primero nos hace un tour por la casa. Nos habla mucho de su cocina high tech, muy orgulloso. Cuando llegamos, vemos que es una cocina absolutamente normal, con una estufa de cuatro fogones. Entonces nos lleva a su galeria de arte natural. Nos invita a relajarnos en los jardines, en la cocina o donde queramos mientras nos sirven el primer plato.
-Pueden tomar fotos.
-No traje mi cámara, contesto, no estoy trabajando ahora...
-Te presto la mia, dice la anfitriona, pasándome su sony de bolsillo.
el menú
(hay seis opciones, que se comen una tras otra tras otra tras otra... Me encanta un restaurante sin carta, sin tener que escoger, con pocas opciones que se escogen todas)
escogemos un Portal del dUORO 2007 (blanco seco)
cada plato es presentado al llegar a la mesa
1.
lechuga americana verde y lechuga francesa roja
jamón parma
queso roquefort
petalos y botón de rosas comestibles
pera portugesa
miel de canha
aceite balsámico
pimienta picante
2.
crema de espinacas con cebollín y menta
tostadas
3.
ostras orgánicas ligeramente gratinadas con mantequilla de ajo, albahaca, cointreau, gorgonzola
tostadas con queso y mantequilla de hierbas
intermedio.
sorbete de tangerinas y limón
4.
pulpo mediterraneo
paprika picante
tomate y ajo confitado
tostadas
5.
moqueca de langostinos con mango
(plato típico bahiano, preo el único con mango)
con cilantro, mariscos
espuma de coco (coia de ferrán adriá)
6.
helado de vainilla
compota de guayaba
queso parmesano
menta
canela
fin.
café negro
Durante la cena romántica retomamos el viaje desde el principio, cada trayecto, cada rostro, cada playa, cada comida... Retomamos este viaje gastronómico que pudo empezar, quizá, en Cita a Ciegas en Bogotá.
Entonces, salimos muy llenos y cansados. Pero pedalenado poco a poco bajamos la comida y nos alegramos y nos animamos, y quedamos dando vueltas por las calles de los pueblos vecinos hasta que el amanecer nos acuesta en las hamaas en nuestra playa.
lo malo:
-poca sensibilidad musical
-el café
-el precio (487 reales, es decir, medio millón de pesos... lo bueno: nos invitaron)
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pueden ver fotos acá (lentamente desactualizadas)
o unas muy pocas en el blog de paul
* del diario
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2 comentarios:
QUE DELICIA DE PLAN, ME HUBIERA GUSTADO MUCHO ESTAR AHI CON USTEDES...TODO SE VE DELI, GUSRDAME UN POQUITO SI??
coon mucho gustoooo diria fercho
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