d 32 / k 412 viernes 25 de enero*
_casa de papá roncón. borbón, esmeraldas, ecuador
-la picada de raya puede ser mortal-dijo el viejo.Unos segundos después, agregó: -A mí me pucó una.Antes de que pudiera pensar que era un hablador, se levantó el pantalón y nos enseñó una cicatríz a cada lado de la pantorrilla, que revelaba como le había atravesado la pierna con la puya. Desde entonces, y no desde la picada del Duque en Sanquianga, la raya es a lo que más le tememos.
Escucho esto mientras estoy acostado en mi hamaca verde, junto a Pablo en su hamaca azul. Estamos en un recinto grande y alto, con la puerta y ventana abiertas por donde entra una refrescante brisa de la calle. Es el primer piso de su reconocida casa en el pueblo. Acá es el lugar del viejo papá roncón, el rey de la marimba en Ecuador. Es el lugar donde él no sólo fabrica instrumentos, sino que los toca, vende cerveza, descansa, arma sus parrandas, y hace lo que se le da la gana. Ahora está fabricando una marimba, la está afinando, primero los palos, luego los tubos, uno a uno. Los palos los hace con chonta, pero con pambil, la variedad que utilizan en el Ecuador, gruesa y alta (30 cms x 30 mts), a diferencia de la delgada que Gualajo y sus secuaces utilizan en Colombia, de unos 8 cms de ancho.
Coge una de las piezas que está fabricando para este tiple (marimba de tonos agudos que decora), la pone sobre la base y compara su sonido con una tabla del bordón que tiene enfrente (la de los sonidos graves que acompaña). Está más agudo, así que le desbasta un poco de grosor con el machete, hasta que están iguales. Entonces va a la ventana y con el serrucho le quita un poco de largo. Camina a la lija eléctrica y afina toda la pieza. Vuelve a la marimba y sigue con la siguiente tabla. Después de un rato se acuesta en su chinchorro y se relaja un rato. Ahí también fabrica palos de agua (de dos metros de altos) y guasas, copn semillas de achira, las mismas de las maracas.
A papá roncón lo conocí en Bogotá hace unos tres meses, cuando lo invitaron a tocar con Gualajo, el maestro de la marimba en Colombia. Tocaron con las cantaoras Sonia (del Ecuador) y la incrteible Benigna de Guapi. Los oí como 3 veces en una semana. Recorriendo por acá quería visitarlo, pero no pensé que sería su huesped.
De venida a la costa norte del Ecuador nos decían en todas partes que tuvieramos cuidado con la gente, que Lita para abajo es peligroso, pues además de ser "morenos", estabámos muy cerca de la frontera con el peligroso país de Colombia, donde la gente puede matar sin probelma. Hablando con la gente, leyendo, y con el mapa, decidimos dormir en Chuchuví (o Chuchubí, pues la escriben de las dos maneras), un parador sobre un rio de transparente entre un bosque brumoso. De ahí, bajar directo mínimo a Borbón, madrugados, sin parar.
En Chuchuví conseguimos que nos prestaran un quiosco para guindar las hamacas. Descansamos y nos preparamos para la faena que seguía.
Madrugamos como nunca, pero tocó esperar porque el desayuno con tilapía y café aguado se retrasó. Acá el café es un lio, si toman, toman instantaneo con azucar, si lo ciernen (como dicen) lo hacen aguado, y además, es caro. Arrancamos muy rápidop y pasamos volando por las poblaciones de Durango y Alto Tambo, l la más peligrosas, llenas de gente mala. Andamos más rápido y más lejos de lo que sabíamos que podíamos andar. Solo paramos una vez por ahí, porque se estaban soltando todos los tornillos de las parrillas. ¡Mal momento! Después del pacífico colombiano las bicis habían recibido mucho óxido, y yo había oido hablar de un talantioxidante. Compramos y les echamos en todas partes, sin saber que también sirve para soltar piezas atascadas. Y ahora levamos varios días sintiendo como toda la bici se afloja y se desajusta, obligados a "averiguar" (como dice pablo) todo el tiempo como van las piezas. Así, a las patadas hemos ido aprendiendo como funcionan estas burras.
Entonces, con las piezas apretadas, podíamos seguir hasta Las Peñas, a unas dos horas de Borbón, pero yo no podía dejar de buscar a Papá Roncón, estando ya por acá.
Nos rindió tanto que llegamos a almorzar a Borbón, después de noventaitres kms. Llegamos con calambres en las piernas, y con la lengua en el piso.
Entonces buscamos donde dormir. Siguiendo nuestra profunda fe acudimos a donde el padre, pero no nos acogieron. La estación de bomberos era mísera, y la policia igual. Le dije a Pablo que fuéramos a donde papá roncón y él nos invitó, sin que le preguntáramos siquiera.
Él es un viejo de 77 años, sabio y humilde (como los sabios). Aunque está recién operado de la próstata, se ve mucho más joven de lo que es, y sigue trabajando en su oficio, tranquilo. En su casa hay un ambiente familiar, con hijos y nietos. Y con su esposa, que canta mientras él toca guitarra.
Antes de la marimba tocó guitarra, en su juventud, en la época que el pueblo era sano y podía amanecer borracho en un anden con la plata en el bolsillo, pararse, coger la guitarra, el sobrero, y caminar a la casa. Desde que llegó la droga los jovenes han armado pandillas y roban para poder meter más. "Pero acá a mí todos me respetan, en mi casa no tocan nada, y si dicen que se están quedando conmigo, no tendran problemas".
Como cortaron el agua en el pueblo el viejo nos acompaña a bañarnos en el rio, como todo el resto del pueblo. En el pueblo pasan el rio Santiago, habitado por negros, y el Cayapa, habitado por indios Cayapa, los que guardaron la marimba por mucho tiempo después de que los españoles se las quitaran a los negros, y quienes ahora, se las devolvieron. Con ellos aprendio a tocar el papá. Entonces nos lleva a una esquina donde nos dan una empanada de queso y un morocho (especie de avena), y por estar con él, no hay que pagar. Y volvemos a la casa. Es extraño, peor en su casa, por primera vez desde que estoy acá, no me siento en otro país. Gracias Don Queso.
Cuando atardece el deja de trabajar y baja toda la familia del segundo piso, donde está la casa propiamente dicha. Se sientan en el porche a conversar.
Cambiando de tema, hoy estuve a 5 km del río mataje, la frontera con Colombia, y me dio un escalofrío, en este calor húmedo que me tenía empapado. Habría sido rico ir, pero dicen que es muy peligroso, que de un lado del río todo es coca y del otro, nada, "porque al Ecuador sí lo respetan". Evitamos también San Lorenzo, pues parece ser un tumaquito de mala muerte donde se pueden hacer varios paseos a manglares. Pero ya venimos del parque de los manglares y esos paseos por río son muy caros, por la gasolina, las latas, cada lata son cuatro galones, y cada galón a 20 dólares...
La bajada desde lita es una carretera muy buena por entre selva húmeda tropical. Esto hace parte de la biortegión del Chocó. La diferencia esd que hay buenas vías de acceso (Ecuador no le ha dado la espada al Pacífico). Las plantas se cuelan en la carretera y se ven millones de evrdes, unos sobre otros. Vimos hasta tucanes. Poco a poco, aparecen terrenos talados, potreros con vacas y grandes plantaciones de palma africana (a pesar de las discusiones que hubo en el país por las irregularidades en el proceso de aprobación de leyes para esto). En eso se nota la inversión en la región, se ve también mucha teca. tal cual como está pasando en Colombia. Y cada 5 o 10 km un letrero del proyecto de desarrollo rural financiado por la UE, o otros proyectos con el logo de USaid.
No voy a comentar esto para no extenderme más, cierro contando lo que decía un letero en un lugar donde compraban madera aserrada. Anunciaban el "campeonato mundial de aserradores".
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pueden ver fotos (lentamente desactualizadas) en http://www.flickr.com/photos/66468173@N00/
o en el blog de paul (menos pero más actualizadas) http://hastadonde.top-depart.com/
*transcrito del diario
_casa de papá roncón. borbón, esmeraldas, ecuador
-la picada de raya puede ser mortal-dijo el viejo.Unos segundos después, agregó: -A mí me pucó una.Antes de que pudiera pensar que era un hablador, se levantó el pantalón y nos enseñó una cicatríz a cada lado de la pantorrilla, que revelaba como le había atravesado la pierna con la puya. Desde entonces, y no desde la picada del Duque en Sanquianga, la raya es a lo que más le tememos.
Escucho esto mientras estoy acostado en mi hamaca verde, junto a Pablo en su hamaca azul. Estamos en un recinto grande y alto, con la puerta y ventana abiertas por donde entra una refrescante brisa de la calle. Es el primer piso de su reconocida casa en el pueblo. Acá es el lugar del viejo papá roncón, el rey de la marimba en Ecuador. Es el lugar donde él no sólo fabrica instrumentos, sino que los toca, vende cerveza, descansa, arma sus parrandas, y hace lo que se le da la gana. Ahora está fabricando una marimba, la está afinando, primero los palos, luego los tubos, uno a uno. Los palos los hace con chonta, pero con pambil, la variedad que utilizan en el Ecuador, gruesa y alta (30 cms x 30 mts), a diferencia de la delgada que Gualajo y sus secuaces utilizan en Colombia, de unos 8 cms de ancho.
Coge una de las piezas que está fabricando para este tiple (marimba de tonos agudos que decora), la pone sobre la base y compara su sonido con una tabla del bordón que tiene enfrente (la de los sonidos graves que acompaña). Está más agudo, así que le desbasta un poco de grosor con el machete, hasta que están iguales. Entonces va a la ventana y con el serrucho le quita un poco de largo. Camina a la lija eléctrica y afina toda la pieza. Vuelve a la marimba y sigue con la siguiente tabla. Después de un rato se acuesta en su chinchorro y se relaja un rato. Ahí también fabrica palos de agua (de dos metros de altos) y guasas, copn semillas de achira, las mismas de las maracas.
A papá roncón lo conocí en Bogotá hace unos tres meses, cuando lo invitaron a tocar con Gualajo, el maestro de la marimba en Colombia. Tocaron con las cantaoras Sonia (del Ecuador) y la incrteible Benigna de Guapi. Los oí como 3 veces en una semana. Recorriendo por acá quería visitarlo, pero no pensé que sería su huesped.
De venida a la costa norte del Ecuador nos decían en todas partes que tuvieramos cuidado con la gente, que Lita para abajo es peligroso, pues además de ser "morenos", estabámos muy cerca de la frontera con el peligroso país de Colombia, donde la gente puede matar sin probelma. Hablando con la gente, leyendo, y con el mapa, decidimos dormir en Chuchuví (o Chuchubí, pues la escriben de las dos maneras), un parador sobre un rio de transparente entre un bosque brumoso. De ahí, bajar directo mínimo a Borbón, madrugados, sin parar.
En Chuchuví conseguimos que nos prestaran un quiosco para guindar las hamacas. Descansamos y nos preparamos para la faena que seguía.
Madrugamos como nunca, pero tocó esperar porque el desayuno con tilapía y café aguado se retrasó. Acá el café es un lio, si toman, toman instantaneo con azucar, si lo ciernen (como dicen) lo hacen aguado, y además, es caro. Arrancamos muy rápidop y pasamos volando por las poblaciones de Durango y Alto Tambo, l la más peligrosas, llenas de gente mala. Andamos más rápido y más lejos de lo que sabíamos que podíamos andar. Solo paramos una vez por ahí, porque se estaban soltando todos los tornillos de las parrillas. ¡Mal momento! Después del pacífico colombiano las bicis habían recibido mucho óxido, y yo había oido hablar de un talantioxidante. Compramos y les echamos en todas partes, sin saber que también sirve para soltar piezas atascadas. Y ahora levamos varios días sintiendo como toda la bici se afloja y se desajusta, obligados a "averiguar" (como dice pablo) todo el tiempo como van las piezas. Así, a las patadas hemos ido aprendiendo como funcionan estas burras.
Entonces, con las piezas apretadas, podíamos seguir hasta Las Peñas, a unas dos horas de Borbón, pero yo no podía dejar de buscar a Papá Roncón, estando ya por acá.
Nos rindió tanto que llegamos a almorzar a Borbón, después de noventaitres kms. Llegamos con calambres en las piernas, y con la lengua en el piso.
Entonces buscamos donde dormir. Siguiendo nuestra profunda fe acudimos a donde el padre, pero no nos acogieron. La estación de bomberos era mísera, y la policia igual. Le dije a Pablo que fuéramos a donde papá roncón y él nos invitó, sin que le preguntáramos siquiera.
Él es un viejo de 77 años, sabio y humilde (como los sabios). Aunque está recién operado de la próstata, se ve mucho más joven de lo que es, y sigue trabajando en su oficio, tranquilo. En su casa hay un ambiente familiar, con hijos y nietos. Y con su esposa, que canta mientras él toca guitarra.
Antes de la marimba tocó guitarra, en su juventud, en la época que el pueblo era sano y podía amanecer borracho en un anden con la plata en el bolsillo, pararse, coger la guitarra, el sobrero, y caminar a la casa. Desde que llegó la droga los jovenes han armado pandillas y roban para poder meter más. "Pero acá a mí todos me respetan, en mi casa no tocan nada, y si dicen que se están quedando conmigo, no tendran problemas".
Como cortaron el agua en el pueblo el viejo nos acompaña a bañarnos en el rio, como todo el resto del pueblo. En el pueblo pasan el rio Santiago, habitado por negros, y el Cayapa, habitado por indios Cayapa, los que guardaron la marimba por mucho tiempo después de que los españoles se las quitaran a los negros, y quienes ahora, se las devolvieron. Con ellos aprendio a tocar el papá. Entonces nos lleva a una esquina donde nos dan una empanada de queso y un morocho (especie de avena), y por estar con él, no hay que pagar. Y volvemos a la casa. Es extraño, peor en su casa, por primera vez desde que estoy acá, no me siento en otro país. Gracias Don Queso.
Cuando atardece el deja de trabajar y baja toda la familia del segundo piso, donde está la casa propiamente dicha. Se sientan en el porche a conversar.
Cambiando de tema, hoy estuve a 5 km del río mataje, la frontera con Colombia, y me dio un escalofrío, en este calor húmedo que me tenía empapado. Habría sido rico ir, pero dicen que es muy peligroso, que de un lado del río todo es coca y del otro, nada, "porque al Ecuador sí lo respetan". Evitamos también San Lorenzo, pues parece ser un tumaquito de mala muerte donde se pueden hacer varios paseos a manglares. Pero ya venimos del parque de los manglares y esos paseos por río son muy caros, por la gasolina, las latas, cada lata son cuatro galones, y cada galón a 20 dólares...
La bajada desde lita es una carretera muy buena por entre selva húmeda tropical. Esto hace parte de la biortegión del Chocó. La diferencia esd que hay buenas vías de acceso (Ecuador no le ha dado la espada al Pacífico). Las plantas se cuelan en la carretera y se ven millones de evrdes, unos sobre otros. Vimos hasta tucanes. Poco a poco, aparecen terrenos talados, potreros con vacas y grandes plantaciones de palma africana (a pesar de las discusiones que hubo en el país por las irregularidades en el proceso de aprobación de leyes para esto). En eso se nota la inversión en la región, se ve también mucha teca. tal cual como está pasando en Colombia. Y cada 5 o 10 km un letrero del proyecto de desarrollo rural financiado por la UE, o otros proyectos con el logo de USaid.
No voy a comentar esto para no extenderme más, cierro contando lo que decía un letero en un lugar donde compraban madera aserrada. Anunciaban el "campeonato mundial de aserradores".
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pueden ver fotos (lentamente desactualizadas) en http://www.flickr.com/photos/66468173@N00/
o en el blog de paul (menos pero más actualizadas) http://hastadonde.top-depart.com/
*transcrito del diario
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