sábado 27 de diciembre, 2008 *
d 368
_ leticia, amazonas, colombia
En una jornada maravillosa fui inciado en el mundo del reiki por una maestrade mastras, Valeria. A partir de entonces he estado literalmente cargado de energía, es una sensación permanente, como aguantando un suspiro. Liviano, pero fuerte. Alegre, algo ensimismado. Sensible a las vibraciones. Conectado con mi propio fluir que poco a poco se exterioriza.
Podría hablar largo sobre lo fuerte que ha sido esta apertura y conexión energética, pero tendría que hacerlo con mucha más calma. Así que me límito a contar una sencilla experiencia.
Después de estar trabajando sobre mí mismo por unos días, la vida me puso frente a una situación: un patito tullido. Sin pensarlo mucho me nació cogerlo entre mis manos. Fue hermoso. Al principio se puso nervioso. Temblaba. Poco a poco se fue relajando y cerró los ojos. Después de un rato lo dejé descansando. A los dos días lo vi más decaído y lo cogí para otra entrega de amor. Lo tuve entre mis manos y abrió los ojos. Al final le pregunté a Ferney por su situación. Sin rodeos contestó:
-Lo mejor es ayudarlo a morir.
Lo cogió, lo puso sobre un tronco y le dio con el revés del machete en la cabeza. Abrió un hueco y lo enterró. Sólo me queda pensar que lo ayudé a dar el paso. Así como mi primer cliente resultó ser un pato, también lo fue mi primer paciente.
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pueden ver fotos ac• (lentamente desactualizadas)
* del diario
[ bicitácora en eterno borrador ]
[ bicitácora en eterno borrador ]
nota: Las entradas no están en orden cronológico, pero cada una tiene fecha: 'd' corresponde al día de viaje, siendo el primero -el día del viaje- el 'd 0'.
lunes, 23 de febrero de 2009
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