delhi. sikh : ¿mi primera comunión?

miercoles 1 de septiembre, 2010
d 2
_ delhi, india

Hoy me desperté y sentí que era tarde. Como era tarde, decidí no salir a recorrer porque ya haría calor y no habría buena luz. Vi el despetador. Eran las 6:20 a.m. y salté de la cama a la ducha y a las 6:40 ya estaba cogiendo el bus hacia el centro. En dos segundo decidí irme a Chadni Chow, una especie de San Victorino pero a lo Indio, es decir, a la millonésima potencia.

Supuestamente hoy comenzábamos clase, pero el dueño del hotel llamó ayer a la escuel ay que no, que hasta el viernes porque el jueves es festivo (religioso) y el miércoles es miércoles. Excelente, vacaciones y libertad, sobretodo, libertad.

El desayuno lo sirven en el hotel entre 7 y 8. Salí en ayunas. Tuve que recorrer el Fuerte Rojo (Lal Qila), una imponente construcción amurallada /y roja) en el corazón del Viejo Delhi. Al parecer está construido donde hace unos 5 mil años quedaba Hastinapur, la capital de los Pandavas mencionada en el Mahabharata. Es raro porque en los jardines del fuerte hay partes donde hay campamentos de los que llamaré 'sin casa' o 'sin tierra' mientras consigo un mejor nombre para la gran cantidad de Indios que viven en la calle. hagan de cuenta el campamento de los desplazados en el Tercer Milenio, pero en lugar de temporal, estable. Mucha gente hace su casa en un anden, en un parque, o junto a un monumento histórico y ahí viven en casuchas, 'tiendas' de plástico y palos. Cuando terminé de darle la vuelta al fuerte preferí internarme en Chandni Chowk en lugar de entrar al castillo, ese quedó para después. En el camino alrededor del fuerte apareció una tiendita de jugos a lo Cartagena y no pude resistirme. Pedí la primera opción de la carta dibujada en la pared: Mixed Juice. Pero no había, sólo había jugo de limón. Lo preparan con sal y extrañamente es delicioso y entra muy bien para el calor y la humedad. Pocas cuadras dentro de Chadni Chowk estaba agobiado por la pitadera y hoy un sermón en un edificio.

Me acerqué y observé. La gente se lavaba las manos, la cara y la boca en unos lavamanos muy elegantes sobre el andén. Después  se descalzaba y entregaba las chanclas (acá todo el mundo anda en chanclas) en unos pequeños depósitos a cambio de una ficha metálica con una inscripción en Hindi y un número arábigo, a diferencia de un templo que hay en el barrio donde uno deja los zapatos y si alguien quisiera, se los puede llevar. Por la indumentaria de la gente que entraba me di cuenta que era un templo Sikh, toda una revelación para mí que me ha llamado la atención en estos largos días Indios. Lo que sé es que es una religión reciente (500 o 600 años) que nació en medio de la rivalidad entre musulmanes e Hindúes de esta zona. Tomando 'lo mejor' de cada una, pregona la igualdad de los hombres (y mujeres), no adora 'ídolos', y (…) Imitando a los demás me descalcé, me lavé y entré, tocando los escalones. El templo es en el segundo piso: un espacio grande, silencioso (del ruido de la calle), fresco (cubierto de ventiladores), de paredes de piedra o mármol blanco y piso de alfombras rojas con arabescos. Todo el mundo se sienta en el piso, de piernas cruzadas y adelante está el altar con un viejo de barba larga frente a un lugar de adoración. A su lado una banda de 3: uno en la tambora y dos en una especie de pinito con fuelle como el acordeón, cantando y tocando. Sentí mucha paz, a pesar del hambre. Creo que estuve ahí más de una hora. En un momento todos se paraban y salían a un patio interno en el segundo piso. Los seguí. Hice fila con ellos y pagué 10 rupias, como el de adelante. Me dieron un platico con una masita, cubierto con una hoja. Como los demás lo sostuve en ambas manos y volví a entrar. Fui a un lugar bajo el altar donde todos rezan y dejan billetes.  y me senté a oír más rezos y cantos. Dormité (¿o medité?) Me sentí bien.

Los sikhs son los que uno ve con barba y bigote largo (no se lo cortan nunca) y turbante. Hay unos que supongo son los guerreros (en una época quisieron exterminarlos y se volvieron guerreros, contrario a su filosofía original de no violencia, les tocó. Los del templo visten de blanco con turante azul, pero hay otros de azul con cinturón y trapos y turbante naranja, con dagas terciadas, hachitas, palos, bastones. Son como el ejército de deis.  La gente, los fieles, se acercan y les dan plata. En la manera en que les daban plata sentí que los otros creyentes, no del ejército, sino simplemente creyentes, se sientes obligados y agradecidos con ellos y les dan plata como un agradecimiento pues si no fuera por ellos… A la salida me comí la masita, es como dulce, rica, y quedé convertido con esa primera comunión a la deriva.

Después recorrí las callejuelas, comí en chuzos deliciosos, probé una salsa verde deliciosa (con pan naan con queso), tomé jugo de mango, y tomé fotos como un loco. Probé jugo de una fruta deliciosa que no conocía de aspecto la granada, acá llamada pomegranate, lo preparan también con sal, uuuum, me antojé de nuevo. Es de un color rojo como burdeos intenso, impresionante. En la tarde se soltó la tormenta eléctirca que esperaba hace días. Me cogió en plena calle. Afortunadamente mi madre me dio una sombrilla de bolsillo que me aguantó para llegar de nuevo al templo. Cuando llueve acá, llueve como un demonio, todo se inunda, todo se empapa. En el templo había mucha tranquilidad. Más dormitación (meditación) al son-sonete de la tabla y los acordeones y los cantos.
 

El regreso fue bien largo, mucha caminada y quedé tan cansado que por hoy no escribo más.o A descansal. Lo único es que al legar al hotel me dijeron que hoy sí era la inducción y que mañana (festivo) tengo mi primera clase. Al menos aproveché el día de hoy. me tocó el horario de la mañana (9-12) y conocí a 4 chicos de tazikistán (3 chicos y una chica) y al barranquillero. Somos 8 (con las otras 2 bogotanas) que nos quedamos en este hotel. De esos, 4 somos del curso de diseño gráfico. Los de inglés son en la tarde (1-5 o algo así). Mañana conoceré a los demás compañeros de las otras nacionalidades.    Cuando entré al hotel estaban todos comiendo y el dueño me dijo medio en chiste medio en serio que iban a llamar la policía porque salí antes de las 7 y ya eran las 8 pm y no volvía. Se alegró del dia que tuve.

Luego cuento del curso y del policía de tránsito-instructor de yoga que conocí hoy (Randir Singh).

Nota: en el cuarto me toca usar el compu en la cama y me agota un resto. Clare estaría feliz.
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pueden ver fotos acá (lentamente desactualizadas)