Leticia. Hasta la policia o dos encuentros

viernes 12 de septiembre, 2008 *
d 260 / k 3223
_leticia, amazonas, colombia

En Leticia hay una magia permea la vida desde el momento de la llegada. Entramos pedaleando desde el Brasil, de Tabatinga. Es muy emocionante el momento en que uno llega a una población de viaje con la bicicleta, con las alfrojas que delatan sin posibilidad de esconderlo la cualidad de forastero. Cuando entramos íbamos buscando un local, y le pregunté a una policia cualquier que me dió las indicaciones. Unas cuadras más adelante nos alcanzó en su moto y nos confirmo el camino. Poco después unos policias bachilleres nos pararon. Me alarmé, no me gusta nunca que me pare la policia. Sin embargo era para guiarnos, pues la policia les había recomendado que nos dieran nuevamente indicaciones ahí.

Días después nos fuímos caminando a visitar al abuelo Gustavo en su maloca. Cuando entramos estaban preparando algo. Nos contaron que ese día era la clausura de un seminario de legislación indígena que estaba tomando un grupo de policias. Fue mágico estar en una maloca macuna, cominedo con la comunidad y con un grupo de policias alegres en medio de la selva. Es algo que solamente puede pasar acá.

Leticia es un crisol de Colombia. Acá hay gente de todo el país, y se hablan muchas lenguas. Hay Indígenas de toda la amazonía. Hay brasileros y peruanos. Hay muchos extranjeros. En medio de la selva. Envuelta por su embrujo. En Leticia uno sabe que está en Colombia, pero todo es un poco distinto. Sería imposible que no fuera así.
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pueden ver fotos (lentamente desactualizadas) en
http://www.flickr.com/photos/cavernicolas
o unas muy pocas en el blog de paul http://hastadonde.top-depart.com/
* del diario