miercoles 12 de marzo de 2008
d79 / k 929
_quito, ecuador
Cuando llegamos al árbol de la vida, donde están enterradas las cenizas del artista, un guardía se nos acercó. Nos pusimos a charlar. Es un colombiano que vino de visita familiar y se quedó trabajando. Le pregunté que si el trabajo era muy tranquilo, y dijo que de día sí, pero que de noche el viejo se despierta a hacer alboroto y a hacer desorden. Incluso dijo tener videos de Guayasamín moviendo cosas por la casa en las noches. Es una casa gigante, desolada, donde aun permanecen las csas como el las dejó, cuando lo sorprendió la muerte sin aviso. Eso sí, dicen que sus hijos se han ido llevando las cosas poco a poco.
El museo está en el borde de la ciudad, contra el Parque Metropolitano. Tiene dos partes: La fundación y la Capilla del Hombre. La fundación es un poco más abajo en la loma. Es en la penúltima casa que vivió. La casa e smuy bonita, entre jardines. En uno de ellos, en una pared, dice "mantegan encendida una luz que siempre voy a volver". Tiene su colección de arte precolombino (lo mejor que hemso visto en Ecuador), y su colección de arte colonial. Muchos cristos y estatuas de madera, muy bonito. Arte barroco interpretado en suraérica. Después están sus pinturas en una serie de salones muy bonitos. Manos y caras, sobretodo, colores, texturas, ricas composiciones. Muy buen gusto y mucha sensibilidad. El museo es increible y uno queda muy feliz, con un buen sentimiento hacia el man y hacia su obra.
De ahí subimos a la capilla del hombre. Es una "capilla" que él diseñó al lado de su última casa. Esta casa ya no es tan linda, demasiado grande y sin gracia. Y la capilla del hombre resulta burda, simple, exagerada, dura, pretensiosa. Hay una pared con las fotos de Guayasamín con
personalidades, y en su mayoría son grandes políticos de izquierda, poderosos: mao, fidel, chavez, mitterrand... Produce un sentimiento raro, un poco de desconfianza. Se volvió muy rico vendiéndole cuadros a poderosos de izquierda... Su obra se opaca en este espacio oscuro, de
vigas gigantes rojas y ruidosas. Es bonita la idea de hacer un templo al hombre y no a dios, pero no es tan chévere. Siento que su buena idea se le salió de las manos.
Bueno, el portero nos dijo que fuéramos una noche para ver al viejo. Fuimos al día siguiente. La casa tiene dos porterias. Pero en ninguna conocían al portero colombiano. Parece que también fue un fantasma. Si nos dijeron que habían oído una vez al viejo despertarse y nadar en la
piscina... Después vinimos a la casa y de pronto se rompió un espejo en el baño donde nadie había. Después se abrió la llave del agua caliente. Guayasamín se vino con nosotos!
d79 / k 929
_quito, ecuador
Cuando llegamos al árbol de la vida, donde están enterradas las cenizas del artista, un guardía se nos acercó. Nos pusimos a charlar. Es un colombiano que vino de visita familiar y se quedó trabajando. Le pregunté que si el trabajo era muy tranquilo, y dijo que de día sí, pero que de noche el viejo se despierta a hacer alboroto y a hacer desorden. Incluso dijo tener videos de Guayasamín moviendo cosas por la casa en las noches. Es una casa gigante, desolada, donde aun permanecen las csas como el las dejó, cuando lo sorprendió la muerte sin aviso. Eso sí, dicen que sus hijos se han ido llevando las cosas poco a poco.
El museo está en el borde de la ciudad, contra el Parque Metropolitano. Tiene dos partes: La fundación y la Capilla del Hombre. La fundación es un poco más abajo en la loma. Es en la penúltima casa que vivió. La casa e smuy bonita, entre jardines. En uno de ellos, en una pared, dice "mantegan encendida una luz que siempre voy a volver". Tiene su colección de arte precolombino (lo mejor que hemso visto en Ecuador), y su colección de arte colonial. Muchos cristos y estatuas de madera, muy bonito. Arte barroco interpretado en suraérica. Después están sus pinturas en una serie de salones muy bonitos. Manos y caras, sobretodo, colores, texturas, ricas composiciones. Muy buen gusto y mucha sensibilidad. El museo es increible y uno queda muy feliz, con un buen sentimiento hacia el man y hacia su obra.
De ahí subimos a la capilla del hombre. Es una "capilla" que él diseñó al lado de su última casa. Esta casa ya no es tan linda, demasiado grande y sin gracia. Y la capilla del hombre resulta burda, simple, exagerada, dura, pretensiosa. Hay una pared con las fotos de Guayasamín con
personalidades, y en su mayoría son grandes políticos de izquierda, poderosos: mao, fidel, chavez, mitterrand... Produce un sentimiento raro, un poco de desconfianza. Se volvió muy rico vendiéndole cuadros a poderosos de izquierda... Su obra se opaca en este espacio oscuro, de
vigas gigantes rojas y ruidosas. Es bonita la idea de hacer un templo al hombre y no a dios, pero no es tan chévere. Siento que su buena idea se le salió de las manos.
Bueno, el portero nos dijo que fuéramos una noche para ver al viejo. Fuimos al día siguiente. La casa tiene dos porterias. Pero en ninguna conocían al portero colombiano. Parece que también fue un fantasma. Si nos dijeron que habían oído una vez al viejo despertarse y nadar en la
piscina... Después vinimos a la casa y de pronto se rompió un espejo en el baño donde nadie había. Después se abrió la llave del agua caliente. Guayasamín se vino con nosotos!
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