el robo

viernes 1 de febrero de 2008*
d 39 / k 555.5

_sua, esmeraldas, ecuador

En principio fuimos a Atacames a hacer negocio durante los carnavales. Pero no fué sino que llegaramos y salimos corriendo. Una playa infestada de comerciantes y algunos turistas de baja categoria comprando baratijas. Seguimos hasta Sua, la siguiente playa, donde vive Marlene, la mamá de "el chino", uno que habíamos conocido en Las Peñas. La familia nos acogió y nos dio un buen lugar para dormir. Ahí aprovechamos para lavar la ropa y descansar. Y ahí, salió el sol.

En principio nos íbamos a quedar para ver si vendíamos algo en carnavales. Era la tercera oportunidad que teníamos para "trabajar": en Las Peñas nos ofrecieron un kiosko-restaurante, pero estaba medio caído, y el lugar no nos gustó; en Río Verde nos ofrecieron vender comida en un kiosko donde solo vendían cerveza, pero no tenian la cocina montada, así que tampoco. Marlene nos ofreció un lugar para cocinar y vender en la playa. Sin embargo, cuando se acercaban los carnavales, el ambiente se volvió cada vez más molesto. Una noche volvimos a la casa y entre la ropa que habíamos lavado, hacía falta mi saco con reflectivos. Era evidente que alguein lo había cogido porque habían dejado solo los ganchos que lo sostenian en las cuerdas. Me dio tristeza y rabia, pero no hubo nada que hacer. Al otro día, sin embargo, apareció en circunstancias aun desconocidas. Los menos desconfiados dicen que un familiar de doña Marlene lo cogió por error.

Tranquilos, nos fuimos a meter el mar. Pablo guardó su reloj en el bolsillo de la camisa para no mojarlo. Cuando volvimos, cogió su camisa y se la llevó en la mano hasta la casa. Se la uso en la entrada y se le cayó el reloj sin darse cuenta. Segundos después había desaparecido. Lo buscamos por todas partes y no apareció. Cuando ya lo habíamos dado por perdido, se le acercó un negro de unos cuarenta años, gordo, vagabundo, alias santaelena, y le pregunto que cuánto daba de recompensa por el reloj. Nos dio mucha rabia, aunque no es un reloj valioso, lo necesitamos sobretodo para despertarnos temprano. Pero no estábamos dispuestos a dar plata de esta manera. Pronto nos dimos cuenta que no había manera de negociar con él. Primero nos mandó a hablar con un alias "puñalada" y este con alias "klever". "Ve y habla con tal, es mi hermano, él lo tiene". Y el otro decía: "que me diga broder no quiere decir que sea mi hermano..." Se pasaron la pelota un rato hasta que nos aburrimos y decidimos olvidar el reloj. Este incidente, junto con la ansiedad del carnaval, nos llevaron a tomar la decisión de irnos de Súa, buscando lugares más tranquilos.

A medida que oscurecía, cada cierto tiempo, se acercaba uno de los personajesa decir que él no había sido, que lo tenía el otro. Nosotros, ya habiendo olvidado el reloj, no entendíamos porque aún nos buscaban para limpiar su conciencia, y solo podíamos decirles que nosotros teníamos el alma tranquila, que eso ya estaba entre ellos y dios, y que sólo él sabía la verdad, y que sólo él podía hacer algo al respecto. Creo que este cuento de dios los asustó, jeje. Después, cuando los veíamos por ahí, antes de que dijeran nada, les pedíamos la hora. Finalmente nunca apreció el reloj, y desde entonces no hemos vuelto a madrugar tanto.

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pueden ver fotos (lentamente desactualizadas) en http://www.flickr.com/photos/66468173@N00/
o en el blog de paul (menos pero más actualizadas) http://hastadonde.top-depart.com/
*del diario