Cuando me siento a escribir estás pequeñas crónicas de la bitácora en los cafés internet que se me cruzan en el camino, siempre estoy contra el tiempo, revisando unos apuntes desordenados de mi diario, y hay cosas que se me pasan. En el texto de los patronos hubo dos personajes que el afán dejó por fuera.
Por un lado está Santiago Aparicio, compañero de toda la vida, con quien comparto la cercanía con las bicicletas. El ha creado con Juan Andrés Fadul, otro compañero, CycleStock, una empresa especializada en el tema de seguridad (visibilidad, conspicuidad, reflectivos). Santiago se interesó mucho en nuestro viaje, y de manera desinteresada nos asesoró y nos proporcionó los reflectivos para todo el equipo. También me regalo la bandera que lleva mi bici, y que poco a poco va mutando con las cosas que se nos cruzan en el camino.
Por último mi primo Eduardo, quien con su viaje por Indochina, donde infortunadamente por falta de coordinación no lo pude acompañar, fue quien inspiró este recorrido. Y claro, nombrarlo a él implica a toda su familia, su papá y su mamá, quienes desde pequeño me han metido en el cuanto de viajar, de caminar, de conocer, de explorar.
Por un lado está Santiago Aparicio, compañero de toda la vida, con quien comparto la cercanía con las bicicletas. El ha creado con Juan Andrés Fadul, otro compañero, CycleStock, una empresa especializada en el tema de seguridad (visibilidad, conspicuidad, reflectivos). Santiago se interesó mucho en nuestro viaje, y de manera desinteresada nos asesoró y nos proporcionó los reflectivos para todo el equipo. También me regalo la bandera que lleva mi bici, y que poco a poco va mutando con las cosas que se nos cruzan en el camino.
Por último mi primo Eduardo, quien con su viaje por Indochina, donde infortunadamente por falta de coordinación no lo pude acompañar, fue quien inspiró este recorrido. Y claro, nombrarlo a él implica a toda su familia, su papá y su mamá, quienes desde pequeño me han metido en el cuanto de viajar, de caminar, de conocer, de explorar.
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