crepes de carnavales. la première fois

miercoles 6 de febrero de 2008 *
d 44 / k 665

_mompiche, esmeraldas, ecuador


A medida que se acercaban los carnavales la ansiedad crecía en el ambiente. Los restaurante alistaban toneladas de camarones, pintaban los kioskos, instalabn puestos de ventas ambulantes, subían los precios. Nosotros no sabíamos bien qué hacer, pero todo se iba a ir dando, poco a poco. La primera idea era ver los conciertos de marimba en Esmeraldas, donde iban a estar papá roncón y gualajo. Pero no quisimos entrar a esa ciudad. Además ya habíamos estado hace poco con ellos. Así que seguimos. Después pensamos aprovechar a Atacames (Atracames) para vender comida, pero el ambiente de turismo salvaje de baja categoria nos sacó corriendo. Así que decidimos seguir a Súa. De ahí salimos corriendo cuando llegaron turistas y el ambiente se puso pesado. Finalmente decidimos que queríamos algo tranquilo y acabamos en Mompiche.

Teníamos poca plata, y antes de llegar íbamos a sacar en Muisne. Sin embargo cuando llegamos resultó que nos habían dicho mentiras y no había cajero. Había dos posibilidades, o vovler 70 kms en bicicleta, o irnos a Mompiche con los 8 dolares que nos quedaban y ver qué hacíamos. Teníamos un amigo allá, así que eso facilitaba las cosas. Mi amigo nos recibió muy bien y nos prestó su cocina. Y fue tal la cantidad de gente que fué que decidimos vender crepes de banano y chocolate en la playa. Vendimos un dia por la mañana y por la tarde y al otro por la mañana y con eso pudimos vivir ahí tranquilos una semana larga, e incluso llegar al siguiente pueblo con cajero. Este restaurante efímero se llamó Creperie La Premiere Fois. Ibamos por la playa y Pablo gritaba "crepes de banano y chocolate, especialidad francesa, deliciosos, un dolarcito..." Fue un éxito. Salvo la segunda clienta: una gringa gorda que lo compró, lo probó y lo devolvió. Que lo quería a reventar de chocolate, que no lo quería, que no le servía y que ni siquiera quería la plata de vuelta. Nos asustamos al principio, peor después lo tomamos como una buena señal. y lo fue. Después ya encontramos familias enteras que repetían y nos hacían la vida más fácil.

Cuando uno trabaja en un lugar, se pone en el mismo nivel de los habitantes y lo tratan muy bien. El de la tienda de jugos, cuando pasábamos por ahí, nos invitó a medio jugo, nos lo dejó a mitad de precio, y nos encimó el reggae. Estaba oyendo una música malísima y le dije que sí tomábamos jugo, pero jugo con reggae.

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pueden ver fotos (lentamente desactualizadas) en http://www.flickr.com/photos/66468173@N00/
o en el blog de paul (menos pero más actualizadas) http://hastadonde.top-depart.com/
* del diario